Nicolás Maduro demostró que no es el presidente obrerista porque desde el inicio de su mandato, en 2013, hasta la fecha se perdieron 3 millones de empleos en el sector privado, aseguró Servando Carbone, coordinador de la Unión Nacional de Trabajadores.

El representante de la Únete indicó que la pérdida de esos puestos de trabajo se debe al cierre y/o a la operatividad a media máquina de fábricas y comercios afectados por las políticas gubernamentales contra el sector privado y la recurrente recesión económica.

Recordó que por esta situación los empleadores llevaron la queja a la Organización Internacional del Trabajo, organismo que respondió con el envío de una comisión de alto nivel que vendrá a Venezuela en enero próximo, para constatar in situ los incumplimientos del gobierno en materia laboral y empresarial.

“El movimiento sindical también ha profundizado los últimos cuatro años, cuando vino a Venezuela otra misión laboral, sus denuncias contra el gobierno por sus reiteradas violaciones a los convenios de la OIT sobre libertad sindical, contratación colectiva, protección del empleo y no discriminación política”, dijo Carbone.

El sindicalista advirtió que “los organismos están echando a la calle al personal contratado con la notificación de que no les prorrogará el contrato”. Reveló que anualmente la administración pública centralizada y descentralizada emplea a 300.000 personas bajo esta figura.

Otra irregularidad son las jubilaciones forzosas de los funcionarios de carrera para colocar en esos cargos a militantes del PSUV, plenamente identificados y leales con el modelo socialista del gobierno.


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