Un costo reputacional que conlleve un embargo de activos en el extranjero es el escenario que ahora enfrenta Petróleos de Venezuela, cuando el lunes 20 de noviembre la Asociación Internacional de Swaps y Derivados, que reúne a tenedores de bonos, defina las bases para el proceso de cobro de seguros y futuras acciones tras declararle en default.

José Toro Hardy, economista y experto petrolero, considera que el default declarado el jueves a la petrolera, por el pago retrasado del Pdvsa 2017, los cupones del mismo bono y el Pdvsa 2027, no es fácil de revertir y abre la vía para un proceso judicial contra la estatal petrolera.

Toro Hardy asegura que Pdvsa no tiene posibilidades de cumplir, pues esta declaración coincide con una caída de producción petrolera y una falta de planificación del gobierno. Añadió que “se están acumulando eventos crediticios y no existe un cronograma claro de pago” que permita que la mayoría de los acreedores se mantengan a la espera antes de proceder con una medida legal.

La reunión del gobierno el lunes con tenedores de bonos en Miraflores evidenció que, pese a la mediana asistencia, los acreedores no tenían otra opción que confiar en la palabra de los funcionarios.

Incluso, durante el encuentro, la comisión para la renegociación informó que había contratado a varios abogados para atender la deuda, entre los cuales destaca David Syed, experto en reestructuraciones y financiamientos complejos e integrante del comité ejecutivo del grupo financiero europeo Orrick Bambaud Martel.

Por este mismo motivo, el encuentro de ISDA fue pospuesto hasta tres veces, dando el beneficio de la duda al gobierno para que finalmente resolviera el pago.

Toro agrega que aunque el gobierno hizo el pago de algunas obligaciones, otras siguen en deuda y ello daría paso a que 25% de los tenedores se organicen y tomen medidas judiciales que desemboquen en embargos de activos de Pdvsa en el exterior.

“Luego de declararse default, se procede al cobro de los seguros y después al proceso judicial, cuyas condiciones podrían decidirse después del lunes, cuando se reúnan”, indica el economista, quien, en medio de la falta de aprobación que tiene la renegociación por la AN, lo ve altamente probable.

Sobre la declaración de “evento crediticio” que ISDA también hizo por atraso en el pago de cupones de los bonos soberanos 2019 y 2024, Toro Hardy señala que empieza a operar la tesis del “default cruzado”.

“Este cruce se traduciría en un default general y los impactos serían tremendos”, expone el experto al cuestionar la alternativa a la que está optando el gobierno de solicitar al BCV el financiamiento del déficit fiscal.

Insiste en que los acreedores son conscientes de que esta medida acelera la hiperinflación en Venezuela y abre un escenario grave tanto para la economía como para la política.

“Vemos cómo el gobierno está dando señales de querer negociar las sanciones, sin embargo esto no está en manos de la oposición. Dependerá de Estados Unidos decidir hacerlo en caso de que se logre un cambio en las condiciones electorales, una apertura del canal humanitario y se evite así una severa crisis”, apunta.

Costo reputacional

El economista y diputado a la AN José Guerra plantea que el impago declarado por ISDA a Pdvsa no tiene “en principio ningún impacto sobre la República ni sobre la estatal petrolera”, pues se trata de un default sobre los seguros.

“Hay un costo reputacional y es que Pdvsa y la República fueron declarados en mora por el pago de los intereses de los bonos. Tengo la impresión de que Pdvsa y el gobierno están abusando de los períodos de gracia. Si tienen la plata para pagar, por qué no se evitan estos inconvenientes reputacionales”, destaca.

Guerra añade que, en caso de que sigan los incumplimientos de pagos y la falta de respuestas sobre un plan concreto, los acreedores podrían acelerar el cobro y proceder al embargo de capitales de Pdvsa.

En cuanto a las notas estructuradas del Banco Central de Venezuela que podrían perderse tras haber sido declarado este default, Guerra opina que si están “vinculadas a esos seguros, se perderían en parte por el valor de recobro de los bonos. Si el valor es de 50%, los acreedores se cobrarán 25% y le dejarían 25% al gobierno o al dueño de las notas, en este caso el BCV”.

Cierran a la baja

Ayer vencieron los cupones del Pdvsa 2021 y Pdvsa 2035. Sobre el pago que debía efectuar el gobierno en relación con estos no se tiene información, por lo que entraron en período de gracia hasta el 17 de diciembre.

Estos bonos tienen un valor de 107.740.782 y 146.250.000 dólares respectivamente y forman parte de un grupo de cupones que vencieron en el mes de noviembre.

Mientras tanto, los bonos venezolanos que habían estado recuperándose en los últimos dos días presentaron una caída promedio de 4% luego de que ISDA declarara default.

Los bonos Pdvsa abrieron con una caída promedio de 3,52%, y los bonos soberanos, de 1,05%. De acuerdo con Rendivalores, esta semana los bonos Pdvsa tuvieron mejor desempeño que los soberanos, y la brecha entre ambos se ha ampliado.


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