Una resolución conjunta del Banco Central de Venezuela y la Superintendencia de Bancos emitida el 16 de mayo establece que el sistema financiero deberá prescindir de los convenios establecidos con las franquicias de Visa y Mastercard y el sistema Maestro a partir del 30 de noviembre (débito) y el 30 de enero de 2020 (crédito).
La banca está obligada entonces a desarrollar una red de procesamiento propia para las transacciones de crédito y débito de sus clientes. La resolución SIB-DSB-04714 habla de un “sistema soberano de pagos” que deberá hacerse operativo a través del uso de la identificación biométrica. El portar Banca y Negocios informa que la norma da un plazo de 60 días a partir de la fecha de recepción del documento para que la banca adopte el sistema de biopago y que esté plenamente activo.
Asimismo, los bancos deberán “permitir la autorización de transacciones electrónicas de pagos validadas bajo el factor de autenticación de biometría, dado que las mismas estarán identificadas con un elemento de seguridad superior (Categoría 5) al uso de la clave o PIN asociada a la tarjeta de débito tradicional”.
Por otra parte, la resolución en cuestión ordena a la banca impulsar y promover el uso masivo de Servicios de Pago Móvil Interbancario Persona a Persona (P2P) y Persona a Comercio (P2C).
La resolución ordena a cada banco entregar en un lapso de 10 días hábiles, a partir del 16 de mayo, cronogramas específicos para el cumplimiento de estas disposiciones a la Gerencia de Riesgos Tecnológicos de la Sudeban y a la Vicepresidencia de Operaciones Nacionales del BCV.
La medida se justifica como respuesta a las sanciones de Estados Unidos y en previsión de que Visa y Mastercad sean también objeto de medidas por parte del gobierno de Donald Trump por operar con la banca venezolana.