Desde que el 27 de enero de 2003, el fallecido presidente Hugo Chávez  instauró el control de precios para productos esenciales se avizoraba que  estos desaparecerían del mercado, dijeron especialistas. La escasez  promediaba 5% antes de 2003 cuando se aplicó el control de precios; al  cierre de 2013, último registró publicado por el Banco Central de Venezuela,  se ubicaba en 22,2%. A 13 años de implementada la medida, la ausencia de productos prioritarios  de la canasta básica familiar se cuadriplicó y se ubica en 41,3%, de acuerdo  con cifras del Centro de Documentación de Análisis Social de la Federación  Venezolana de Maestros. Alexis Piñate, subdirector del Cendas, señaló que en enero de 2007 se  acentuó la escasez de productos de consumo masivo, principalmente alimentos. Posteriormente comenzaron a reportarse fallas en el abastecimiento de  artículos de aseo del hogar, cuidado personal y medicamentos. «De 157 meses  de aplicación de control de precios, 110 meses han sido de escasez y  desabastecimiento de productos prioritarios», aseguró. Precisó que el hallazgo es el resultado de un estudio realizado por el  Cendas en mercados libres y populares, así como también en supermercados del  área metropolitana de Caracas, Ocumare del Tuy y Charallave.  Indicó que en 2007, cuando iniciaron la investigación, la escasez se ubicaba  en 10,7%. Durante diciembre de 2015, y enero y febrero de 2016 la situación  ha empeorado, tanto que se ha registrado el más elevado índice escasez de  productos básicos ocurrido en 9 años, dijo. ³De 58 artículos que integran la  cesta básica familiar faltaron 24, lo que representa 41,3% durante tres meses consecutivos², precisó Piñate.  Oscar Meza, director del Cendas, señaló que la escasez se agrava por el efecto del control de precios que fija topes al valor de venta de los  artículos y limita la rentabilidad de las compañías. «Si a una empresa le  eliminan sus beneficios, lo que ocurrirá es que abandonará o redirigirá su  ámbito empresarial a otras oportunidades de negocio». Destacó que la crítica situación en el abastecimiento se debe principalmente  al modelo socialista y al ideario populista de la población venezolana. «El gobierno acabó con la producción nacional y, en consecuencia, alteró la  productividad», indicó. Malestar. Oscar Meza indicó que la rutina de las familias, y sus hábitos de  compra y consumo se han alterado por el desabastecimiento y el alza de precios. «No se consiguen alimentos o hay que permanecer en largas colas por  horas para poder adquirirlos, o los que están disponibles para comprar sin hacer cola son muy caros». La situación se traduce en un alto nivel de  malestar social, afirmó. Agregó que en todos los países se vive con cierto nivel de malestar social y  que el grado dependerá de variables como su crecimiento económico, inflación, escasez, funcionamiento de los servicios públicos, niveles de  violencia e inseguridad, y el régimen político. Relató que para su tesis doctoral en economía, aún en ejecución, elaboró  varios modelos para medir y analizar el malestar social. Según los cálculos, explicó, en Venezuela se pasó de 41,1% en febrero 2007 a 555,9% en la misma  fecha de este año. Explicó que para obtener esos resultados tomó en consideración que el precio  de la canasta alimentaría entre febrero 2015 y febrero 2016 aumentó 514,2%. A eso le sumó el índice de escasez de 41,7% y totalizó 555,9%, lo que  definió como índice de malestar social actualmente en el país. Mientras que para febrero 2007, cuando el alza anualizada de la canasta  alimentaría fue 30,4% y la escasez 10,7%, el malestar social se ubicó en 41,1%, una diferencia significativa de 514,8%. Partiendo de las mismas  variables, afirmó: «El índice de malestar social en el país es 27 veces más alto que en Colombia».  Indicó que no hay expectativas de que descienda la escasez: «Se agudizará el  próximo trimestre y de 24 rubros básicos que faltan ahora se podría subir a  30, con lo que las fallas de bienes prioritarios se ubicarían en 51,7%». Esto se debe a que el gobierno no está dispuesto a modificar el modelo  económico y por lo tanto no se dará un paso en sentido correcto, aseveró. Meza añadió que hay signos de que parte de la población está dispuesta a  expresar su malestar por la gestión del gobierno, pero hay otros, como los  bachaqueros, que le sacan provecho y se benefician. Mientras que algunos,  aseguró, se adaptan con resignación o permanecen indiferentes. Los más difíciles de conseguir Alimentos: Leche en polvo y líquida, azúcar, arroz, café, harina de trigo,  harina de maíz, pastas alimenticias, aceite de maíz, sardina en latas a  precio regulado, queso blanco duro Santa Bárbara, lentejas, caraotas,  arvejas, atún enlatado, mayonesa, huevos, pan, carne de res, pollo,  margarina, avena, salsa de tomate y queso amarillo. Cuidado personal: Jabón de baño, papel higiénico, pañales, toallas  sanitarias, desodorante, afeitadoras desechables, shampoo. Aseo del hogar: Detergente, lavaplatos, cera para pisos, cloro,  insecticidas, suavizantes, toallines y servilletas Medicamentos: Hormonales, anticonceptivos, antibióticos, vitaminas,  vacunas, oncólogicos y contra el lupus Medidas oficiales sin impacto 1- Se fijaron 2 tasas cambiarias: Dipro para importar alimentos y medicinas  a 10 bolívares por dólar y Dicom que comenzó a flotar a partir de 206  bolívares. Economistas aseguran que con este sistema no se ha agilizado la  entrega de divisas. 2- Se creó el Ministerio de Agricultura Urbana para promover la siembra de  hortalizas en las ciudades. Enmanuel Escalona, director de Fedeagro, dijo  que la cosecha urbana es insuficiente y no podrá ni autoabastecer a una  familia. 3-Se ejecutó la Operación Ataque al Gorgojo para descubrir el desvío de  productos básicos en los Abastos Bicentenario. Sin embargo, la red estatal  estaba quebrada desde 2015, según la memoria y cuenta del Ministerio de  Alimentación.


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