La crisis económica en Venezuela provoca que gran parte de los ciudadanos gasten el 100% de sus ingresos en alimentos. Debido a esta situación, las consultas odontológicas han disminuido en el país durante los últimos años. 

A todo esto se le suma el alto precio de los materiales odontológicos que, en ocasiones, deben ser importados y pagados a precio del dólar paralelo ocasionando que los tratamientos tengan costos elevados. 

Una consulta odontológica cuesta aproximadamente 1.500.000 bolívares, lo supera el salario mínimo establecido desde el 1° de mayo en Bs 1.000.000. Tratamientos como la ortodoncia, prótesis, carillas y blanqueamiento dental son presupuestados en dólares. 

Otra dificultad que enfrentan los venezolanos es la imposibilidad de adquirir los productos de higiene dental, debido que no se encuentran en los anaqueles o por los altos costos. La crema dental puede costar Bs 1.500.000, un cepillo de dientes tiene un costo de Bs 450.000 y un enjuague bucal puede costar Bs 2.000.000, esto representa más de tres salarios mínimos. 

César Tovar, especialista en ortodoncia, afirmó que los tratamientos han mermado por la crisis ya que los últimos cuatro años han subido los precios.

«La mayoría de los instrumentos dentales son costosos. Los guantes están entre  Bs 8.000.000 y Bs 10.000.000, la anestesia está alrededor de  Bs 30.000.000, la sutura entre Bs 4.000.000 y Bs 5.000.000. La instalación del tratamiento de ortodoncia aumentó 3.000% al igual que las ligas y los arcos. Ahora no es viable suplir una corona o prótesis debido a que no se consigue», explicó Tovar.

Servicio “gratuito” en las universidades le quiebra los bolsillos a los estudiantes

Estefanía García, secretaria general del Centro estudiantil de la Escuela de Odontología de la Universidad Central de Venezuela, explicó que la odontología es una carrera que está privatizada a pesar de que es un servicio gratuito en la casa de estudio. Explicó que el paciente debería venir y costear los materiales, pero por como está la situación los estudiantes cubren los gastos de los materiales para poder aprobar sus prácticas.

Durante un recorrido que realizó El Nacional Web en la Escuela de Odontología de la UCV, los estudiantes afirmaron que la dolarización de los instrumentos los tiene económicamente asfixiados.

Aurimar Perdigón, estudiante de odontología de la UCV, aseguró que la institución no les ofrece los materiales y son los mismos estudiantes quienes deben comprarlos, corriendo el riesgo de que los insumos se puedan vencer porque en la Facultad hay paros constantemente.

“A un paciente le pagué la corona en 20 dólares, pero por los paros y la falla en el tanque de agua no le pude realizar el tratamiento. Al final se fue del país”, dijo Perdigón.

Keiner, de 16 años, relató que se beneficia de la asistencia que le otorga la Facultad porque no posee dinero para costearse dos coronas que necesita, cada una con un precio de 100 dólares.

Para el vigilante Euryn Berroteran, de 46 años de edad, costear los precios de un tratamiento odontológico es imposible, es por ello que asiste como paciente en la Escuela de Odontología de la UCV. Aseguró que aunque se tarden en atenderlo ha aprovechado la oportunidad para realizarse una prótesis y  así como la remoción de sus caries.

La falta de suministro de agua es otro problema que enfrentan los alumnos, lo que los obliga a dejar de prestar el servicio durante el día, ocasionando un retraso en sus estudios. Desde el 25 de marzo los estudiantes de las facultades de Odontología y Farmacia y los médicos del Hospital Clínico se han visto afectados por la falla en el servicio.

“Pensamos que era un racionamiento, luego al ver que todos los días no hay agua decidimos ir a protestar a Hidrocapital. Le enviamos una carta a la empresa estatal pero fue dirigida a otra entidad y nunca nos dieron la respuesta concreta”, dijo García.

También explicó que los alumnos y egresados de la universidad se organizaron para recibir donaciones mediante una campaña para poder comprar el compresor, la máquina que les da potencia a todas las unidades. Sin embargo, un egresado pudo comprarlo, por lo que el dinero recaudado fue invertido en la facultad.  

“Somos una universidad pública, en teoría no podemos recibir donaciones al menos que sean del gobierno, pero el presupuesto que nos dan es de Bs 9.000.000. ¿Cómo mensualmente tú vives con eso?, con ese monto se puede comprar una caja de guantes que trae 50 pares y somos 750 personas que vemos clínica”, expresó. 

Diáspora de profesionales y de estudiantes 

Jesús Mendoza, secretario general adjunto del centro estudiantil en la Escuela de Odontología UCV, informó que, según cifras de Control de Estudios, 25% de los estudiantes se han retirado legalmente, pero 40% se ha ido sin pasar cartas.

El representante estudiantil comentó que en su facultad la mayoría de los profesores pueden introducir los papeles para la jubilación, pero optan por quedarse y seguir dando clases por vocación.

Mendoza indicó que 208 alumnos egresaron este año y la mayoría está optando por dar clases porque tienen un sentido de pertenencia.  

El ortodoncista César Tovar relató que muchos de sus colegas han abandonado el país para trabajar en cualquier área. 

“No se van a ejercer, muchos de ellos se van a la buena de Dios: son taxistas o mesoneros”, dijo.


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