El G20 encara un ambiente «más relajado», tras dejar atrás tensiones proteccionistas con Estados Unidos, y más optimista con el buen momento de crecimiento económico global, afirmó el ministro de Alemania de Finanzas, Wolfgang Schäuble, en su despedida del organismo que presidente temporalmente su país.

«La reuniones en los últimos meses se han dado en un ambiente más relajado», apuntó Schäuble, al recordar las tensiones de la cumbre de marzo en Baden-Baden (Alemania), la primera en la que acudió Estados Unidos con el Gobierno del presidente Donald Trump, quien llegó al poder con una agenda de proteccionismo y escepticismo multilateral.

El G20, que agrupa a las principales economías avanzadas y emergentes, celebró hoy su tradicional cumbre de ministros de finanzas en el marco de la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), la última antes de que Alemania pase la presidencia temporal a Argentina de cara a 2018.

Schäuble reconoció que «tuvimos dificultades al inicio de nuestro mandato», y destacó que «el canto de cisne» contra el multilateralismo ido poco a poco «desapareciendo».

En su despedida internacional, ya que Schäuble dejará el cargo en breve tras años al frente de la todopoderosa maquinaria económica alemana, se mostró más «optimista» acerca de la situación global.

Pero, fiel a su imagen de duro, sostuvo que el gran riesgo en este momento de bonanza económica es precisamente prepararse para futuras turbulencias.

«En la situación actual en la que tenemos unas buenas perspectivas económicas, diría que la complacencia podría ser la mayor tentación», dijo ante los periodistas.

Durante la semana, el Fondo divulgó sus nuevos pronósticos de crecimiento global, que elevó al 3,6 % en 2017 y al 3,7 % en 2018, por encima del 3,2 % de 2016, y el mayor ritmo de crecimiento desde 2010.

En este mismo sentido, se expresó el ministro de Hacienda de Argentina, Nicolás Dujovne, cuando sostuvo que la economía mundial se encuentra en una posición más «firme».

Uno de los objetivos de la presidencia que Argentina asumirá el próximo 1 de diciembre por un año, recalcó Dujovne, será la importancia de crear «consensos» en el seno del G20 a la vez que subrayó su «papel crucial» a la hora de encarar la aguda crisis financiera de 2008-10.

«Quisiéramos construir un entendimiento de los impactos actuales y potenciales de los avances tecnológicos sobre la productividad, crecimiento, empleo y desigualdad, y explorar las posibles respuestas de política», señaló el ministro, acompañado por el presidente del Banco Central de Argentina, Federico Sturzenegger.

Por su parte, Sturzenegger, reconoció que «es claramente una tarea intimidante tomar las riendas de Alemania, pero la Argentina está lista para el desafío».

Argentina, es junto con México y Brasil, unos de los tres países latinoamericanos que forman parte del exclusivo grupo económico mundial que se creó en 2008 para coordinar medidas internacionales ante la aguda crisis financiera.

Uno de los retos de la presidencia argentina será involucrar a los EEUU del presidente Donald Trump más activamente, y ver cómo gestiona las relaciones con el otro gran poder económico global, China.

Si bien durante la presidencia de Barack Obama, el G20 se situó a la vanguardia del combate del cambio climático y apostó por estrechar la colaboración internacional, Trump, a diferencia de su antecesor, ya ha expresado su recelo en ambos frentes.


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