Alquilar por horas o al día su piscina, su jardín e incluso su campo los franceses buscan rentabilizar sus espacios exteriores tan anhelados por los habitantes de las ciudades, faltos de espacios verdes, o por las familias sin vacaciones.

“La idea de la plataforma Swimmy nació al borde de una piscina: estaba con amigos, hacía mucho calor y nos percatamos de que muchas piscinas a nuestro alrededor estaban vacías, que nadie disfrutaba de ellas”, relata a la AFP la francesa Raphaëlle de Monteynard, fundadora del sitio lanzado en julio de 2017.

Para refrescarse o para celebrar un cumpleaños, un bautizo o una despedida de soltero: “Hay una amplia oferta y, sobre todo, ¡una gran demanda! Hoy, la plataforma propone algo más de 1.100 piscinas y superó los 20.000 usuarios”, celebra Monteynard, de 33 años de edad.

“Ahí, donde Airbnb propone alojamiento, nosotros proponemos eventos para particulares que alquilan a particulares”, resume Benjamin Poutier, confundador de We Peps. Esta plataforma propone cerca de 500 ofertas de alquiler, “de las cuales un tercio está constituido por jardines y alrededor de 15%, piscinas», junto con casas y apartamentos para alquilar para una velada.

“Desde marzo de 2018, organizamos 370 eventos privados, reuniones familiares, barbacoas, cumpleaños e incluso alguna boda. Hay un verdadero mercado: cuando se quiere recibir a 30 personas, no siempre se puede en casa. Y alquilar una sala de fiestas o privatizar un restaurante sale costoso”, comenta Poutier.

En cuestión de precios, además del alquiler por hora, la comisión en We Peps es de 7% para el propietario y de 9% para el arrendatario. En Swimmy, el precio medio para alquilar una piscina es de 15 euros por persona la media jornada, con excepción de los niños menores de 3 años de edad. A esto se suma 12% de comisión pagada por ambas partes. Dado el número de piscinas privadas en Francia –calculado en más de 2,5 millones– y de los costos de mantenimiento, el potencial de este tipo de plataforma colaborativa parece prometedor.

Solo hay que respetar las normas de seguridad y contar con un seguro adecuado, para alquilar su piscina o su jardín, aunque sean unas horas.

Y para aquellos que no tengan ni piscina ni jardín, pero sí espacios agrícolas, existe una nueva plataforma, Park and View, lanzada hace poco para relacionar a agricultores y propietarios de autocaravanas.

Su fundador, Grégoire Popineau, quiere ayudar a los agricultores a obtener un salario de “ese tesoro que constituye la naturaleza” y permitir a aquellos que tengan autocaravanas a “estar solos en un lugar al borde del camino, en la naturaleza, como si estuvieran en un camping salvaje ¡pero con la bendición del propietario!”.

Por ahora hay un centenar de ofertas disponibles en la aplicación, por un precio medio de 8 euros por noche y una comisión “de 1 o 2 euros”, indica Popineau.


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