A pesar de todas las críticas que surgieron a raíz del lanzamiento del llamado Plan Conejo, el mandatario Nicolás Maduro ha insistido en que la cría y el consumo del animal en zonas urbanas es una muy buena medida ante la escasez de alimentos que vive el país.

A través de las redes sociales de los comités locales de Abastecimiento y Producción y de otros programas del gobierno, ya se empezaron a difundir los beneficios del consumo de la carne de conejo, y hasta se comparten recetas para preparar el animal.

Sin embargo, especialistas del sector agropecuario advirtieron que lo que está haciendo el Ejecutivo es apostar por un plan que no acabará con la escasez de alimentos, como tampoco lo hicieron los gallineros verticales ni los cultivos organopónicos.

Coincidieron en que cada vez que el gobierno ha promocionado una iniciativa alejada de las cadenas de producción agroalimentarias existentes los resultados no han sido positivos.

“Pensar que con el Plan Conejo se van a resolver los problemas de alimentación solo revela un desconocimiento absoluto del sector. El conejo es un animal muy insalubre, conductor de múltiples enfermedades, que además aporta muy poca carne”, aseguró Carlos Albornoz, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos.

El directivo afirmó que el cuidado del animal deben hacerlo personas con experiencia. Detalló que cuando un conejo se sacrifica y se limpia para su posterior consumo, tiene una merma de 60%: “En el mejor de los casos este animal aporta un kilo y medio de carne. Esto no es, realmente, lo que va a resolver nuestros problemas”.

Albornoz reiteró que lo que debe hacer el gobierno para acabar con las fallas de abastecimiento y con el hambre es respetar el trabajo de los productores agropecuarios y surtir los insumos que se necesitan.

“Venezuela tiene un enorme potencial para convertirse en uno de los mayores exportadores de reses del mundo. En 1980 llegamos a ser los décimos productores de carne bovina. Después de eso no podemos conformarnos con criar conejos”, añadió.

Desaciertos. Aquiles Hopkins, presidente de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios, coincidió con Albornoz e insistió en que es necesario que cese la improvisación: “El problema de la escasez es para atenderlo con seriedad. En Venezuela hay cerca de 32 millones de hectáreas para ganadería y agricultura y en este momento solo se está explotando 30%. Teniendo la tierra y los productores, no se justifica que hablen de cosas como el Plan Conejo. Cuando escuchamos de esto o de los cultivos organopónicos sabemos que es más de lo mismo”.

Dijo que una de las primeras cosas que debería hacer el gobierno para que se reduzcan los precios y el hambre de los venezolanos es acabar con el monopolio que representa Agropatria. “¿Por qué en este momento las hortalizas están tan costosas? Porque Agropatria tiene más de un año sin vender semillas y fertilizantes. Se está sembrando con insumos que entran por la frontera y que son pagados a cualquier tasa de cambio, menos las oficiales. Por eso más de 75% de la superficie de hortalizas no se está sembrando”, lamentó.

El representante de Fedeagro aseguró que si existiera un cambio en las políticas, el país podría volver a abastecer el mercado interno, incluso volver a exportar.

Gallineros sin gallos ni gallinas

Hace más de catorce años el entonces presidente Hugo Chávez invitó a los venezolanos a instalar gallineros verticales en sus casas como una estrategia para autoabastecerse. La idea fue muy comentada para la fecha, pero especialistas en el sector agrícola aseguran que sus resultados fueron nulos.

Una encuesta de Datanálisis realizada en 2003 sobre los programas sociales y las iniciativas del gobierno ya señalaba que nadie veía nada positivo en los gallineros verticales. Sin embargo, la idea prevaleció.

Con la creación del Ministerio de Agricultura Urbana, en enero del año pasado, el mandatario Nicolás Maduro volvió sobre el tema de los gallineros verticales como una iniciativa que deberían seguir las familias para cubrir sus requerimientos de proteínas.

Aunque no hay cifras oficiales sobre el número de gallineros instalados, sí se sabe que no ayudó a aumentar el consumo de proteínas. De acuerdo con los resultados de la más reciente encuesta de la Encovi, solo el año pasado la ingesta de proteínas cayó más de 30%.

Cultivos no llenaron la ciudad

Además de invitar a la gente a criar gallinas en sus hogares, Chávez también llamó a los venezolanos a sembrar en los patios de sus casas y a llenar de cultivos organopónicos todos los lugares de la ciudad que no se estuvieran utilizando.

En Caracas, cerca de la estación del Metro de Bellas Artes, aún existe uno de los cultivos organopónicos que inauguró el mandatario hace más de diez años, pero la producción está lejos de ser lo que se planteó en su creación.

En este momento solo se está ofreciendo al público ajo chino, cilantro, acelga, espinaca, berenjenas y ají dulce y picante. “Ahora estamos sembrando pimentón, cebollín, cebolla, ajo porro y cilantro para el combo navideño, para que la gente de la comunidad pueda venir y comprar lo que requiera a fin de año”, afirmó Manuel Ojeda, uno de los encargados del cultivo.

“Nosotros nos hemos caracterizado por vender más económico que el resto de los negocios. Todo es más barato”, agregó. Sin embargo, el kiosco donde ofrecen los alimentos no está abierto todo el día.

En el lugar, además de las plantas, hay unas pequeñas tanquillas en las que se crían cachamas y otros peces. “Estamos experimentando con esto, es nuevo. Cuando estén juveniles las cambiaremos de aquí y en cinco meses estarán listas para el consumo”, aseguró Ojeda.

El técnico agrónomo también afirmó que, como al resto de los productores del país, les ha costado conseguir semillas para cultivar ciertos rubros, como la cebolla.

“Es un poco difícil conseguir la semilla de cebolla, dependiendo de lo que se consiga se pueden sacar entre 300 y 400 kilos por cosecha. En el caso del pimentón, cada vez que cosechamos sacamos entre 1.500 y 2.000 kilos”, añadió.

Aunque Ojeda aseguró que la oferta permite cubrir la demanda de la zona, representantes de Fedeagro sostienen que la producción es insuficiente. “Si en el país se estuvieran aprovechando todas las tierras disponibles, la situación fuera completamente distinta. Solo en Guárico se sembraban antes cerca de 4.000 hectáreas de pimentón, cebolla y tomate, hoy apenas se cultivan alrededor de 400 hectáreas”, dijo Aquiles Hopkins, presidente del gremio.

Reiteró que si se logra aumentar la disponibilidad de bienes en el mercado, los precios no variarán como ahora y las personas podrán comprar lo que necesitan sin tanta dificultad.

“Los conejos no son mascotas”

El pasado martes 12 de septiembre Maduro le presentó al país el llamado Plan Conejo. En un consejo de ministros les pidió a los venezolanos que vean al animal como una fuente de proteína.

“El conejo no es una mascota, son dos kilos y medio de carne con alta proteína y sin colesterol”, agregó en el encuentro Freddy Bernal, ministro para la Agricultura Urbana. Calculó que una sola coneja puede parir hasta 80 conejos por año y dijo que servirán para acabar con la guerra económica.

Aunque la idea fue presentada con mucho entusiasmo, Maduro reconoció que el plan tuvo el primer revés. Contó que Bernal entregó 15 conejos a varias comunidades, pero tiempo después, cuando regresó y preguntó por los animales, se encontró con que las personas les pusieron lazos y los estaban tratando como mascotas.

Después de presentar el plan fueron muchas las críticas que surgieron. A través de las redes sociales se difundieron innumerables imágenes en las que se burlaban de la iniciativa. Días más tarde, Maduro salió a defender la propuesta.


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