Sonriente, como suele hacerlo la mayoría de las veces, respondiendo los aplausos y la admiración de los presentes con un saludo lleno de energía, llegó Yulimar Rojas al auditorio del Comité Olímpico Venezolano (COV), mientras colgaba de su cuello otro éxito dorado.

Con tan solo 22 años de edad, la triplista criada en Puerto La Cruz, estado Anzoátegui, presenta un palmarés impresionante: dos campeonatos mundiales en pista cubierta (2016 y 2018), oro en el Mundial de Atletismo Londres 2017 y plata en los Juegos Olímpicos de Río 2016.

“¡Guao!”, exclamó Yulimar para iniciar su relato, en el que detalló aquellos contratiempos y obstáculos que superó antes de competir en Birmingham, Reino Unido, donde dejó el nombre del país en lo más alto del podio. 

“Ha sido un año bastante duro, de altos y bajos. Al principio tuve una contractura en el muslo que me alejó de los entrenamientos por 15 días; luego tuve una ruptura en mi fascia plantar”, expresó en compañía de sus padres, Yuleisy Rodríguez y Pedro Zapata.

Sin poder correr ni poder saltar, pero con el mayor espíritu de trabajo y de constancia, tuvo una recuperación bastante satisfactoria. “Parecía que la vida ponía todo contra mí. Sentí la presión, pero me mentalicé que la medalla de oro sería mía”, agregó.  

Y es que fue toda una odisea para la venezolana llegar a la competición bajo techo, pues estuvo varada aproximadamente a 100 kilómetros de Birmingham y se trasladó en taxi junto con su entrenador, Iván Pedroso, después de que se cancelaran los vuelos aéreos por una tormenta de nieve. “Eso fue bastante feo”, dijo.

Al final, registró en su quinto intento un salto de 14.63, su mejor marca del año, y superó en la competición a la jamaicana Kimberley Williams (14.48 m) y a la española Ana Peleteiro (14.40 m), quienes fueron segunda y tercera respectivamente.

AFP

Otro de sus contratiempos físicos más recordados se dio en febrero de 2017. La “Reina de América” se tuvo que retirar en  en la válida de Düsseldorf, Alemania, al lastimarse la cara posterior del muslo derecho.

“También recuerdo que en Londres, antes del Campeonato Mundial, tuve una microruptura en la planta del pie, pero también me recuperé rapidísimo”, añadió.


Ejemplo de superación

La Atleta Revelación y Mejor Atleta Femenina de 2017 aprovechó el conversatorio en la sede del COV, en El Paraíso, para conmemorar el Día Internacional de la Mujer y dar a conocer algunas anécdotas de su vida, como su adolescencia. 

«Mi papá y el profesor Eduardo Álvarez (presidente del COV) fueron los primeros en captarme. Recuerdo que cuando terminé el primer año de bachillerato me quedaron seis materias”, contó entre risas.

Pese a que reconoció que jamás ha sido buena para los estudios, la criolla salió adelante. «Gracias a Dios que ha puesto en una familia maravillosa, que se ha quitado un plato de comida para que yo tuviera lo mejor. No es fácil ser deportista», reflexionó. 

Twitter (@Yannyfg)

La meta de Yulimar es muy clara. Su próximo objetivo es igualar la mejor marca mundial y luego conquistar la tercera dorada en la historia para Venezuela en unas Olimpiadas. Para ello, es consciente de que debe realizar algunos ajustes en su desempeño.

“Mi entrenador no me quería dejar venir a mi país porque la meta para este verano es mejorar mi marca de los 15 metros. Mi objetivo es llegar a los 15.50 metros (récord que ostenta la ucraniana Inessa Kravets desde 1995)», evaluó. «Tengo que mejorar algunas cositas para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020”, consideró. 

Sus 1.92 metros de estatura representan su grandeza como atleta. Su recorrido en el salto triple apenas comienza. No tiene techo. Por ende, es consciente de que tiene la capacidad de seguir cosechando hazañas inolvidables.

«Cuando tienes un objetivo o una meta clara en tu vida, vas a salir ganador», valoró. “La era de Yulimar Rojas ha comenzado, se está estableciendo y marcando territorio. Voy a seguir trabajando y luchando para ser una de las mejores atletas de la historia”, culminó. 


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