Lina María Longa es colombiana y vino hasta San Cristóbal para ver entre Venezuela y Colombia en el marco de las eliminatorias del Mundial Rusia 2018.

Recorrió 1.213 kilómetros desde Ciudad Bolívar, reconoció que compró en reventa el boleto de entrada para apoyar a la selección cafetera. Desde temprano se apostó en las cercanías del hotel con camiseta amarilla y bandera colombiana donde se concentró la agrupación neogranadina con la esperanza de ver a alguno de sus jugadores.

“La compré ayer en la mañana. La conseguí revendida. Espero un 3-0. Amo a mis hombres, los amo a todos y les mando la mejor energía para que ganemos”, dijo la mujer.

Desde Bucaramanga un par de muchachos contaron que se subieron a un bus a las 11 de la noche de este miércoles, pasaron la frontera caminando y se subieron a otros transporte que los dejó en San Cristóbal. A las 10 de la mañana, esperaban pasar el primer cordón de seguridad, de tres instalados en el la avenida España y ubicado a 10 cuadras del Polideportivo de Pueblo Nuevo.

“Venimos a ver el triunfo de la selección. Hoy ganamos 3-0. Hoy es la revancha. De aquí nos vamos a Barranquilla a ver el triunfo contra Brasil”, dijo Anderson Niño.

Los tachirenses cambiaron la camiseta amarilla y negro por la de la selección nacional y se fueron en familia al Templo Sagrado del Fútbol. Rosmary Ruiz e aposto desde tempranos en los primeros accesos junto con sus sobrinos para pasar de primera y emprender una caminata de un kilómetro hasta el Polideportivo de Pueblo

“Compre las entradas sin presión, al precio que es. El marcador 2-1 a favor de Venezuela”, dijo la mujer.

Boris Osorio se vino con su familia desde Maracaibo, se confesó seguidor de La Vinotinto y señaló que a donde vaya la selección venezolana, ahí estará para darle apoyo.

“Nos vinimos anoche en bus y llegamos hoy en la mañana. En Maracaibo iban a vender entradas y no lo hicieron. Vamos por la victoria”, dijo el muchacho arropado con una gran bandera tricolor.


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