Deyna Castellanos saltó a la fama muy joven. Demasiado, quizás. A sus 14 años de edad se volvió una celebridad labrada a punta de goles.Sus dianas, junto a las de Grecia García, le valieron a Venezuela la obtención del campeonato Suramericano Sub 17 femenino en 2013, el único título que hoy exhibe con orgullo la modesta vitrina de la Federación Venezolana de Fútbol. Ayer, Castellanos volvió a ponerle el ritmo a la selección de su categoría; así como el cuarto lugar en la Copa del Mundo de Costa Rica en 2014.Ahora como capitana del grupo de menores de 17 años, con la experiencia de haber jugado el Mundial de Costa Rica a cuestas (donde fue bota de oro), y con la seguridad de saber que estudiará en Estados Unidos desde agosto gracias al fútbol; la maracayera comandó a las chicas de la Vinotinto en la inauguración del suramericano que se disputa en Barquisimeto, donde batieron 3-0 a Argentina.La ariete se encargó de inaugurar la cuenta a los 21 minutos, mostrando una faceta de su juego en la que imitó a su gran ídolo, Juan Arango, al cobrar un tiro libre desde unos 24 metros, con perfil ideal para su bien trabajada pierna derecha, con la que colocó un magnifico disparo que se coló en la portería cerca del palo derecho de la guardameta argentina.Después, remató también con la derecha a los 31 minutos una pelota cruzada desde la banda derecha con un centro que se quedó botando dentro del área, para que la atacante concretara así su segunda diana de la tarde, y el 2-0 parcial con el que Venezuela se fue a los vestuarios.Kenneth Zseremeta, seleccionador nacional de la categoría, pudo utilizar en su primer once del campeonato al menos a seis jugadoras mundialistas del 2014. Además de Castellanos, estaban también Verónica Herrera, María Gabriela García, Daniuska Rodríguez, la guardameta Nayluisa Cáceres y la defensora Sandra Luzardo.Esta última fue precisamente quien terminó de colocarle cifras definitivas al marcador, con el tercer gol del partido a los 64, con su mejor herramienta, un fuerte cabezazo después de un saque desde la esquina.Como ocurrió en 2013 en el Suramericano, y luego en el Mundial de 2014, Castellanos marcó el ritmo de la selección. Hizo un gran partido en el que además se las ingenió para enriquecer el juego de sus compañeras, ayudó a la rotación de la pelota en la zona de ataque, y de paso, volvió a brillar con su infaltable amigo, el gol.La selección femenina sub 17, que volverá a la acción mañana cuando rete a su similar de Perú de nuevo a las 11:00am, danzó al son que impuso Deyna. Y Castellanos, que bien que bailó usted.


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