La toletería de Cardenales de Lara llegó al fin de semana con seis juegos seguidos conectando al menos un cuadrangular, además, continúan líderes en average (.291). Esa es la carta de presentación de los coaches de bateo, Selwyn Langaigne y Robert Pérez.?El secreto es la unión que tenemos aquí. Yo los trato como hermanos, como amigos, nos hablamos de tú a tú. Cuando estamos trabajando ellos me respetan y me escuchan, pero fuera del terreno somos como cualquier otro?, soltó Langaigne.El ahora coach, explicó que de esa manera los jugadores se sienten más cómodos, aunque también ayuda que los maestros sean de los más bateadores en la historia del beisbol venezolano. ?Claro, aparte de la confianza que generamos, agrégale la veteranía. Uno ya conoce cómo juegan los equipos, a los lanzadores, incluso a los coaches de pitcheo.?.A propósito de la marca de siete carreras impulsadas en un encuentro para un jugador de Cardenales que esta semana Carlos Rivero igualó con Pérez (2002) y Langaigne (2004), el ex jugador contó cómo fue que logró la hazaña.?Tú sabes que en ese tiempo César Izturis venía de Estados Unidos con los Dodgers y me trajo, como solía hacer todos los años, unos bates. Yo tomé uno de esos y en mi primer turno traje dos, en el segundo traje otras dos, y en el tercer turno la saqué y me traje tres. Nunca dejé de usar esos bates?, recordó entre risas el instructor.Langaigne comentó que conversan mucho con Rivero para quitarle presión. ?Le hemos dicho que no haga más de la cuenta. Que solo pueda hacer lo que él sabe?, y los batazos comenzaron a salir. [email protected]


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