La estrella del golf estadounidense Tiger Woods ya no será perseguido ante la justicia por los padres de un empleado de su restaurante, que murió en un accidente de auto en diciembre pasado, anunció el lunes su abogado.

La demanda se mantiene, sin embargo, contra la pareja de Woods, Erica Herman, quien es la directora del restaurante The Woods, ubicado en Jupiter, Florida.

«Esta es la decisión correcta», indicó en un comunicado Barry Postman, abogado de Woods. «Lo que ocurrió esa noche es trágico, pero los hechos van a demostrar que las causas del accidente del señor Immesberger fueron sus propias decisiones», añadió.

Los padres de la víctima, Nicholas Immesberger, que era barman en The Woods, acusaron a Woods y su compañera de ser responsables de la muerte de su hijo de 24 años de edad, que conducía después de beber alcohol.

La autopsia de Immesberger, que murió como resultado de las lesiones sufridas en el accidente, encontró un nivel de alcohol en su sangre que era más de tres veces el límite permitido en el estado de Florida.

La familia de la víctima asegura que sus empleadores sabían que el joven tenía un problema con el alcohol y no impidieron que condujera ebrio. Woods, de 43 años de edad, es uno de los deportistas mejor pagados del mundo y ha amasado una fortuna de más de 1.500 millones de dólares en premios y contratos publicitarios.

En abril ganó el Masters de Augusta, su primer título del Grand Slam desde 2008 y el decimoquinto de su carrera.


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