El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se atrevió a vaticinar el resultado de la final de la Copa América en la sede del Palacio de la Alvorada, residencia oficial de la Presidencia, poco antes de embarcar hacia Río de Janeiro. Aseguró que el partido terminará 2-0 a favor de la Canarinha, para quedarse con el que sería el noveno título de esta competencia.
El mandatario, que ya presenció otros dos partidos de la Copa América, asistirá a la final acompañado de dos de sus hijos, el senador Flavio Bolsonaro y el diputado Eduardo Bolsonaro, así como por los ministros de Justicia, Sergio Moro; Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo, y Economía, Paulo Guedes, entre otros.
El jefe del Estado había anunciado anticipadamente su decisión de acudir al Maracaná acompañado por Moro, que viene siendo cuestionado por su supuesta parcialidad como el juez responsable de la Operación Lava Jato, la mayor acción de combate a la corrupción en la historia de Brasil y que tiene en prisión al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, el principal rival político de Bolsonaro.
«Pretendo asistir a la final y, si es posible y la seguridad me lo permite, iremos (con Moro) a la cancha. El pueblo nos dirá si estamos actuando bien o no», afirmó el mandatario al admitir que pondrá a prueba nuevamente su popularidad.
El martes pasado el presidente fue muy cuestionado porque bajó a la cancha en el partido en que Brasil derrotó por 2-0 a Argentina en las semifinales y dio casi una vuelta olímpica en el estadio Mineirao de Belo Horizonte entre abucheos y ovaciones. El gobernante también presenció el partido inaugural de la Copa América, el 14 de junio pasado en el estadio Morumbí de la ciudad de São Paulo, en el que Brasil se impuso por 3-0 a Bolivia.