Gilberto Jesús Mendoza, así lo llaman para diferenciarlo de su padre, Gilberto Mendoza, quien falleció el pasado viernes luego de una larga batalla contra el cáncer, en Caracas. El hijo ya había tomado  la presidencia de la Asociación Mundial de Boxeo, cuya oficina opera en Ciudad de Panamá. No obstante, había hecho un alto en sus funciones para viajar a Venezuela con el objetivo de acompañar a su progenitor en el último round de su vida contra ese rival que ha vencido a millones de personas en el mundo. Durante esos días, cuando la prioridad de Gilberto Jesús era estar al lado de su padre, se detuvo para conversar con El Nacional sobre el legado que recibía en la AMB y el reto que tenía por delante, ahora como única figura jerarca del cuadrilátero sin la compañía cercana de su antecesor, es decir, el señor Gilberto Mendoza.?De mi papá aprendí, ver el lado humano del boxeador, más allá si es bueno o malo, saber qué piensa, de dónde viene, cuáles son sus inquietudes, hablar con ellos, asesorarlos?, explicó el ejecutivo venezolano. ?Yo tengo encima a mucha gente que observan mis movimientos con lupa y eso me ha obligado a hacerlo bien?.Al recibir el testigo de su padre, Mendoza no le da importancia a las críticas de algunas asociaciones internacionales de boxeo que deploran el nepotismo en la oficina de la AMB. ?Estoy consciente que hablan de ello, pero ya tenía tiempo creando mi nombre en paralelo a mi papá y siempre contaba con los consejos de él. Me ha tocado decisiones fuertes y he salido bien parado?, comentó el mandamás del ente universal del pugilismo.Gilberto Jesús intenta no hablar tanto de Venezuela, pero como dice el refrán, la tierra siempre llama. Tras vivir su infancia en el país, el presidente del ente mundial siempre vuelca su mirada a los púgiles del patio, pero solamente le puede dar un consejo. ?Desde la AMB yo tengo que tratar a todo el mundo por igual, pero sí me detengo para asesorarlos, a decirles que se vayan por aquí, no por allá?, comentó Mendoza al ser interrogado sobre el futuro del boxeo criollo en la arena profesional.El despacho del jerarca del cuadrilátero se encuentra en la capital de Panamá, donde muchos venezolanos buscan un mejor futuro por medio de los puños. ?Antes había más en los gimnasios de Panamá, creo que se van por los dólares que  es la moneda que circula allá, pero la situación ha cambiado, el gobierno ya no ofrece el mismo apoyo. Los boxeadores no quiere que le paguen en bolívares?, terció. Cambios en el futuro La máxima figura de la AMB quiere seguir la gestión que tuvo su padre pero que no pudo concretar, en evitar las peleas disparejas que son pautadas de acuerdo a los intereses de los promotores. ?Hay ciertos criterios que yo manejo para que un boxeador rete a un campeón del mundo. A mí no me gusta que un retador venga de una derrota, en ese aspecto ponemos un poco más de interés?, argumentó Gilberto Jesús. El DatoEl empresario venezolano Gilberto Mendoza fue presidente de la Asociación desde 1982. En los años 90 trasladaron las oficinas centrales de Panamá a Turmero, Venezuela. En enero de 2007 volvieron a trasladar las oficinas a la Ciudad de Panamá


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