Hace exactamente un año nada era igual en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional. Existían otros escenarios y protagonistas muy diferentes a los actuales. Algunos de los equipos que cambiaron radicalmente fueron los Navegantes del Magallanes y los Leones del Caracas. No es correcto decir que la metamorfosis se dio del cielo a la tierra, como reza el popular adagio. La transformación ocurrió al revés, si se adapta a la tabla de posiciones del circuito.

El 11 de diciembre del año pasado, los turcos vivían los primeros días de mando del manager Omar Malavé y los melenudos estaban a punto de rebelarse a las órdenes de Alfredo Pedrique. Las turbulencias se debían a que ambos conjuntos ocupaban los dos últimos lugares de la clasificación: navieros estaban séptimos con récord de 22-28 y capitalinos octavos con 21-27.

Hoy día Magallanes está en la cima de la liga con 30 victorias y 20 derrotas, escoltado por el Caracas con 29 y 21… ¡Vaya diferencia! Además, tanto Malavé como Mike Rojas, quien se estrenó este año como estratega de los felinos, disfrutan de santa paz puertas adentro de sus respectivos clubhouses, algo normal cuando los triunfos son muchos más que los reveses.

Los cómodos lugares ocupados por sendas novenas las enrumban casi irremediablemente a enero. Es un transitar tan firme como el que tenían hace un año hacia la eliminación. De hecho, Navegantes y Leones ya pueden comenzar a sacar cuentas para descifrar mejor el futuro inmediato. Por ejemplo: la galera valenciana está a solo dos victorias de garantizar una campaña con registro positivo, algo que parece un hecho al tener en cuenta que le restan 13 compromisos. Mientras que la manada avileña está a tres laureles de lograr la misma gesta que su eterno rival, con la misma cantidad de juegos por disputar. 

El desempeño le da al Magallanes un número mágico de 5 y al Caracas de 6. Tales cifras sugieren que las botellas de champañas serán abiertas y vaciadas para ambas divisas más pronto que tarde, muy posiblemente para la próxima semana.

El cambio más pronunciado en los guarismos de los sempiternos enemigos está en las entrañas del pitcheo. Para esta fecha del año pasado, Navegantes ostentaba la peor efectividad del circuito (5.08) y Leones secundaba (4.98). Actualmente, los melenudos poseen el mejor cuerpo de brazos de la LVBP (3.78) y los filibusteros, aunque todavía sufren de inconsistencias, ya no son los menos eficaces (4.37).

Al desmenuzar el pitcheo de las dos franquicias se puede evidenciar un problema agudo con el bullpen del año pasado. Los relevistas capitalinos fueron los peores (5.17 de efectividad colectiva) y los carabobeños un poco menos malos (5.01). Sin embargo, eso también ha tenido un cambio de la tierra al cielo. Los bomberos de Rojas son los terceros mejores (3.95) y los de Malavé, todavía con tropezones, están en el sexto lugar (4.30).

Le queda muy poco a la ronda regular. Ya se verá si, como todo indica, los Eternos Rivales estarán tan cómodos en enero, así como lucen embalados los Tigres de Aragua y los Cardenales de Lara.

La cifra

11 los juegos que tienen que ganar los Tiburones de La Guaira (sexto lugar de la tabla) de los 15 que le quedan para igualar la misma cantidad de victorias que gozan los Navegantes del Magallanes actualmente.


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