Desde el momento de sonar el campanazo inicial del último combate por la medalla de oro del peso mosca el sábado 26 de agosto de 1968, en México, el boxeador venezolano Francisco “Morochito” Rodríguez salió a darlo todo  contra el coreado Yon Yu Jee.

Rápidamente el asiático utilizó su izquierda en jab, que en varias ocasiones llegó a la cara del cumanés, que en ningún momento se amilanó y, por el contrario, replicó con fuertes gachos al cuerpo de su rival.

Rodríguez logró conectar dos fuertes ganchos y el coreano respondió con jab que llegó neto al cuerpo del venezolano.

En el segundo asalto el coreano salió decidido a acabar con el combate, en una seguidilla de golpes que llegaron a la cara del oriental. Rodríguez nuevamente fue a fajarse con su contrincante y ambos peleadores fueron amonestados.

Antes de finalizar el round, Rodríguez repelió los golpes lanzados por el coreano y conectó buenos ganchos a su rival que trataba de amarrarse nuevamente.

El venezolano aseguró la puntuación en el tercer y último asalto. Ambos boxeadores intercambiaron golpes, pero los puños más efectivos fueron los conectados por “Morochito”, que terminó imponiendo la efectividad y fuertes derechas e izquierdas que frenaron al coreano, para conseguir la puntuación en las tarjetas y convertirse en el primer venezolano en conquistar una presea doarada, proeza que hasta ahora, ningún otro gladiador ha logrado emular.

“Es increíble que en han transcurrido 50 años de haber ganado la primera medalla olímpica para mi país y solamente el esgrimista Rubén Limardo y el taekwondista Arlindo Gouveia hayan sido los únicos atletas que ha podido repetir la hazaña”,  afirma desde la sala de su casa.

50 años de la hazaña. Transcurrido medio siglo de la gesta, el pugilista de 73 años de edad, aún tiene fresca en la memoria los momentos más apremiantes de los combates que le permitieron obtener la tan apreciada medalla en unos Juegos Olímpicos.

“Fue una pelea bastante fuerte y lo único que tenía en la mente en ese momento era alcanzar lo más alto del podio contra estos complicados boxeadores que me tocó enfrentar”, relata el reconocido púgil desde su apartamento ubicado en la planta baja el bloque 23 de Casalta I, donde mostró las placas, trofeos y medallas ganadas durante su carrera como boxeador amateur.

Cuenta el cumanés, que antes de asistir a los Juegos Olímpicos fue seleccionado para representar a Venezuela en los Juegos Panamericanos de Winnipeg, Canadá, en 1967. “Allí gané la única medalla de oro en la categoría mosca. Esa victoria no me la esperaba debido a que no estaba bien preparado, pero gracias a Dios todo salió bien”, afirmó el popular ex campeón que no pasa desapercibido por la populosa urbanización ubicada al oeste de la ciudad.

“Cuando llegué a México, pensé recorrer sus calles, pero no fue así, ya que me tenía que preparar para los compromisos y no tuve tiempo para andar de turista”, dijo “Morochito”.

Rumbo a la medalla. En su primer combate le tocó batallar con el cubano Rafael Carbonel, al que derrotó por decisión. “Era un peleador de baja estatura pero bastante fuerte y al que afortunadamente pude superar luego de tres intensos asaltos”, afirmó el oriental.

También salió airoso en su segunda refriega. Esta vez contra el representante de Sri Lanka, Masataka Karunatatne al que venció por decisión unánime, para llegar al estadounidense Harlan Marbley al que dominó por las tarjetas.

Con la medalla de bronce asegurada le tocó definir la de oro con el surcoreano Ji Yung Ju.

Recuerda el sucrense que este último fue el contrincante más fuerte e incómodo que le tocó enfrentar. “No se cansaba y parecía que me lo cambiaban en cada asalto. Considero que es uno de los gladiadores más sólidos y complicados que afronté durante mi carrera como boxeador, pero al final lo superé,” destacó el reconocido medallista olímpico.

“Me encontraba muy entusiasmado con la pelea y salí a fajarme desde el primer asalto, ya que estaba consciente de que se trataba de un rival de buena pegada y muchos movimientos. En dos ocasiones fui amonestado por boxear con la cabeza gacha, pero nunca me amilané. El coreano mantuvo una fuerte ofensiva y en el segundo round también fue amonestado por agarrar”, contó.

“Al concluir el tercer asalto el árbitro me levantó la mano en señal de triunfo. Luego una señora del público me lanzó la bandera nacional y ahí fue que comencé a llorar. Fue un momento inolvidable para toda la vida. Es un orgullo muy grande haber representado en forma victoriosa a Venezuela” relató el oriental con lágrimas en el rostro.

Comenzó a los 10 años. Cuenta Morochito que su amor por el boxeo nació desde temprana edad cuando todos los días, al regresar de su trabajo como pescador, veía a su ídolo, Pedro Gómez, cuando se dirigía al gimnasio Cabrujas, ubicado en la avenida Bermúdez de Cumaná y una vez decidió acompañarlo.

“Desde el primer día que llegue al gimnasio el entrenador Ely José Montes me puso a guantear, hasta que me llevaron de relleno para un campeonato nacional y en mi primera pelea gané por decisión a Carlos Rodríguez. En mi siguiente combate me tocó pelear nada menos que con Luis “Lumumba” Estaba, también en un campeonato nacional en representación del estado Sucre y perdí por nocaut en el primer asalto. Ni lo vi. No me dio tiempo de cuadrarme. Al finalizar la pelea le pregunté a José Montes: ¿y no había otro peleador, tenía que ser ese tan fuerte?”, afirma el deportista que solamente perdió cuatro combates en 310 que realizó durante sus carera.

Rodríguez señala que el boxeo ha decaído mucho y que no es lo mismo que antes. “A los púgiles de ahora le dan todo lo que piden y sobre el cuadrilátero se ve mucho amarre y poco estilo. Yo entrenaba en alpargatas cuando llegué a Caracas y fui un fajador que buscaba a sus contrincantes. Los peleadores de ahora están más pendientes del dinero que ganarán que de brindar un buen espectáculo”, enfatiza el sucrense que también asegura haber derrotado en una ocasión, por decisión, al reconocido ex triple campeón mundial Betulio González, antes de que éste subiera al profesional.

El ex gladiador afirmó que les solicitará a las autoridades deportivas que con motivo de los 50 años de ganar la medalla de oro, le hagan un arreglito al ranchito que tiene en Cumaná y, si es posible, le consigan un automóvil para trasladarse con sus familiares.

Morochito marcó su retiro luego de ser noqueado en el segundo asalto por el australiano Dennos Alan Tabibot en la primera ronda de los Juegos Olímpicos de Munich 1972 y nunca saltó al profesional por petición de su madre Olga Margarita Rodríguez de Brito. “Aprovechando que mi mamá estaba de vacaciones en Caracas, la lleve a presenciar una velada de boxeo en el Nuevo Circo y al concluir salió muy angustiada y me pidió que no subiera nunca al profesional”, relata el cumanés.

Futuro campeón. Con relación al boxeador con más posibilidades de emular su hazaña, Rodríguez considera que el merideño Yoel Finol, es el que está llamado a ganar una medalla de oro en Juegos Olímpicos.

“Lo he visto pelear y es bastante bueno, tuve la oportunidad de conocerlo y le aconsejé que mantuviera la disciplina, el trabajo, mucho entrenamiento y combates clasificatorios, ya que es la única manera de llegar a lo más alto del pugilismo”, aseveró “Morochito” que guarda en un lugar secreto la medalla de oro ganada en México 1968.

Finol, ganador de la medalla de bronce en Río 2016 al derrotar al argelino Mohamed Flissi, se alzó con  la presea de plata por la decisión tomada por el Comité Ejecutivo del Comité Olímpico Internacional, que descalificó al boxeador ruso Misha Aloia, por dar positivo a un estimulante prohibido.

El boxeo es la disciplina deportiva que más medallas ha conseguido en los Juegos Olímpicos.

Francisco “Morochito Rodríguez (oro), Bernardo Piñango (plata), Pedro Gamarro (plata), Marcelino Bolívar (bronce), Omar Catarí (bronce), Bernardo Piñango y Yoel Finol (plata), son los púgiles que han subido al podio en unos Juegos Olímpicos.

La directiva del Comité Olímpico Venezolano, presidido por el profesor Eduardo Álvarez, ha preparado una serie de homenaje a Francisco “Morochito” Rodríguez con motivo de los 50 años de la primera medalla de oro de Venezuela en unos Juegos Olímpicos.


310 fueron las peleas que realizó el primer medallista de oro venezolano


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