Con un juego simple, práctico y contundente, el Barcelona se encomendó a su dúo dinámico, Luis Suárez y Lionel Messi, para aplastar (3-0) al Liverpool en el Camp Nou y colocar pie y medio en la final de la Liga de Campeones.

Los dirigidos por Ernesto Valverde, que venían de celebrar el campeonato liguero, no tuvieron la necesidad de hacer un partido brillante para marcarle tres goles al Liverpool, que en varios tramos del partido fue superior pero le faltó eficacia para vencer a Ter Stegen.   

El primer tiempo se resumió en un carrusel de emociones. Ambos equipos impusieron un ritmo alto; sobre todo el Liverpool, que apostó por morder al Barcelona y explotar las bandas.

Las diagonales de Mohamed Salah y de Sadio Mané avivaron la resaca al combinado culé, que le costaba salir de forma clara, debido a la presión que ejercían los de gris. Se trataba de una final anticipada.   

Al Liverpool solo le faltaba el pase final para rematar al arco y abrir la lata. Los blaugranas reclamaron una posible mano de Joel Matip, pero el árbitro hizo caso omiso al reclamo. Nabi Keita se marchó por lesión y su lugar lo ocupó Henderson.

En el mejor momento de los ingleses, apareció la inexorable ley del ex. En un cambio de banda efectuado por Arturo Vidal, Jordi Alba se apoyó en Coutinho y asistió a Luis Suárez, quien se barrió dentro del área y agitó las redes al minuto 26.

La estrategia que aplicó Ernesto Valverde era clara: recuperar el balón en el repliegue, tocar en corto desde el fondo y sorprender con basculaciones y permutaciones en territorio rival. Con el correr de los minutos, la intensidad del Liverpool comenzó a disminuir, producto de la telaraña que tejió el Barcelona sobre el balón.  Fue un enorme primer tiempo en el Camp Nou.

La segunda mitad comenzó con todo. Ter Stegen voló como un superhéroe y repelió un remate colocado de James Milner. El meta alemán volvió a salvar a su equipo al despejar un venenoso zurdazo de Salah.

Los “Reds” tomaron confianza e intentaron encerrar en una jaula al Barca. Milner volvió a amenazar con un remate que atajó Ter Stegen. Valverde buscó oxígeno con el ingreso de Nelson Semedo por Coutinho.

Los azulgranas entregaron la posesión del esférico y se refugiaron con dos líneas de cuatro, aferrándose a un error del rival para ampliar la ventaja. Y así fue. Tras una pérdida de Milner, Suárez estrelló el balón en el larguero y Messi cazó el robote con el arco vacío.

7 minutos más tarde, el argentino le colocó la guinda al festín con un maravilloso tiro libre desde 30 metros. El balón perforó la escuadra derecha del pórtico defendido por Alisson Becker. Antes del pitazo final, Salah tuvo la oportunidad de recortar la distancia, pero el balón estrelló en el poste. 

Con este resultado, el combinado blaugrana disputará la vuelta en Anfield con la eliminatoria prácticamente sentenciada. Además, Messi llegó a 600 goles con la elástica del Barcelona y está a 43 tantos del récord de Pelé, quien anotó 643 con el Santos de Brasil.   


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