La última temporada “muerta” del beisbol venezolano fue una de las más conmocionadas de todos los tiempos. Todos los equipos agitaron el mercado, aunque fueron los Tigres de Aragua los que llevaron la batuta después de que se desprendieron de hasta 13 jugadores y recibieron a cambio a un total de 11.
Si bien es cierto que Jesús Aguilar quizás sea el nombre más importante dentro de las adquisiciones que realizaron los felinos, no se puede dejar a un lado lo que significó la llegada de dos jóvenes promesas que en su momento llegaron a ser considerados entre los mejores prospectos de las Grandes Ligas y que están llamados a ser grandes exponentes del beisbol venezolano en un futuro no muy lejano: Franklin Barreto y Anthony Santander.
Santander hizo su estreno desde la propia jornada inaugural precisamente frente a su ex equipo, los Navegantes del Magallanes, mientras que Barreto acaba de incorporarse y desde ya trabaja para consumar su regreso a la LVBP después de una fugaz pasantía con las Águilas del Zulia en la zafra 2015-2016.
“En aquel tiempo estaba más niño. Ya he madurado y he mejorado mi juego”, manifestó Barreto en referencia a lo que fue su primera experiencia en el circuito con el conjunto rapaz, con los que bateó para .183 en 35 juegos.
El infielder de 23 años de edad llegó con el único objetivo de ayudar a los Tigres a conseguir el campeonato. Para ello comenzó a trabajar con el resto de sus compañeros y bajo la supervisión del cuerpo técnico, de quienes espera absorber todo el conocimiento posible.
“Estoy muy contento de estar aquí. Este fue el equipo que me dio la oportunidad de firmar. Están Ramón Hernández, Óscar “Cachi” Salazar y Carlos Maldonado, gente que ha jugado por mucho tiempo y me gustaría aprender de ellos”, contó un entusiasmado Barreto, quien está consciente de que representa a la sangre joven en el renovado plantel aragüeño.
Barreto hasta ahora no cuenta con ningún tipo de limitaciones por parte de su organización, en Estados Unidos, los Atléticos de Oakland; sin embargo, tiene planificado ver acción en algunos partidos como jardinero, con miras a convertirse en un jugador más polivalente y ampliar sus posibilidades de establecerse de una vez por todas en las mayores.
“Voy a estar con los Tigres hasta donde lleguen. He hablado un poco con Ramón (Hernández) sobre que puedo jugar en segunda base, campo corto y voy a prepararme para jugar un poco en el outfield”, cerró.