Lo común en José Altuve es que siempre luzca un average de bateo que supere los .300. Esa es la característica que lo eleva por encima de la gran mayoría de los grandeligas, a pesar de no superar los 1.70 metros de estatura. Antes de la jornada de ayer, poseía un guarismo impropio a la cadencia de su carrera: .292.El bajón solo duró un día. El maracayero subió su promedio a .314, al irse de 5-3 en la victoria de los Astros de Houston 8-3 sobre los Medias Rojas de Boston. Es un hábitat más usual para el camarero sideral.De los tres imparables, un par resultaron dobles. Ahora tiene siete batazos de dos bases en el primer mes de la campaña, líder momentáneo entre los venezolanos. Además, impulsó undécima carrera. Solo Rougned Odor, custodio de la intermedia en los Rangers de Texas, con 13, tiene más fletadas que Altuve en la legión nativa en las mayores.Es la tercera vez en el año que el camarero interestelar conecta tres hits en un partido. Acumula 22 incogibles en la zafra y 852 de por vida, eso quiere decir que podría arribar a los mil imparables en las postrimerías de la temporada.Altuve ya tiene 12 extrabases y su porcentaje de slugging es de .629, actualmente, uno de los 15 mejores de las Grandes Ligas. La cifra, que indica el poder que existe en las conexiones del camarero este año, sí es una novedad. No es de extrañar que él mismo esté sorprendido.?Siento que he recibido lanzamientos bien cómodos y les estoy haciendo un buen swing?, le dijo Altuve a MLB.com, antes del juego. ?Estoy un poco sorprendido y sé que muchas personas lo están?.Luis Valbuena y Marwin González, los otros venezolanos que defienden a los Astros, emularon al segunda base. El primero conectó par de tubeyes, anotó una rayita e impulsó otra; mientras que González solo pegó un batazo de dos bases y pisó el plato en una oportunidad.Por su parte, Ezequiel Carrera se fue de 5-4 con tres anotadas y fue determinante para los Azulejos de Toronto doblegaran 9-3 a los Atléticos de Oakland. Y Asdrúbal Cabrera pegó su primer cuadrangular del año y contribuyó en el triunfo de los Mets de Nueva York 8-2 sobre los Bravos de Atlanta.


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