José Altuve estalló el domingo en el quinto juego de la Serie Mundial con sencillo, doble y jonrón, anotó tres veces, empujó cuatro, ayudó decisivamente a los Astros de Houston a lograr una espectacular victoria y se embolsilló tres récords absolutos para venezolanos en postemporadas.

Altuve no había podido carburar en el Clásico de Octubre al mismo ritmo que bateó en la Serie Divisional y en la Serie de Campeonato. Tenía sólo tres hits en 19 turnos, con un extrabase y un remolque. Pero su reacción llegó en el momento más necesario para los suyos.

 Los texanos estuvieron atrás en la pizarra en tres oportunidades, y las tres veces levantaron la diferencia. Terminaron dejando en el terreno a los Dodgers de Los Ángeles, tomando ventaja de 3 encuentros por 2, a sólo un paso de obtener su primera corona en la MLB.

 Altuve ha sido crucial en este esfuerzo, acaudillando a los siderales desde la campaña regular, con el título de bateo en la Liga Americana y números que le tienen como favorito para obtener el premio al Jugador Más Valioso en su circuito.

 El vuelacercas que sacudió en el quinto inning contra Kenta Maeda, con dos a bordo, fue su séptimo desde que empezó los playoffs. Así, dejó atrás los seis que conectó Pablo Sandoval en 2012, con los Gigantes de San Francisco.

 Llegó a 14 anotadas con las tres del choque dominical. De ese modo, igualó y rebasó las 13 que consiguió Alcides Escobar con los Reales de Kansas City en 2015.

 Sus 13 impulsadas empataron las 13 de Sandoval en 2012, otro tope que cae en poder del intermedista nacido en Puerto Cabello y criado en Maracay.

 Altuve vive la mejor postemporada de todos los tiempos entre sus compatriotas, con una línea ofensiva de .344/.417/.703 y 1.120 de OPS. Tiene 22 imparables, cuatro menos que otro registro máximo para criollos, impuesto por el Panda en 2014 con 26.

 Esos 22 cohetes también son una marca en progreso para toleteros de los Astros en playoffs, sólo que sus compañeros de lineup Yuliesky Gurriel y Carlos Correa le persiguen con 20, por lo que deberá esperar hasta saber si también queda como dueño de ese récord.

Hay otros dos que pueden quedar en su poder: necesita un jonrón y una empujada para emular las cifras de Carlos Beltrán en 2004, cuando sacó ocho pelotas y llevó 14 rayitas a casa con el uniforme de Houston en aquellos playoffs.

Esos ocho bambinazos de Beltrán también son el tope absoluto en la gran carpa para cualquier jugador de cualquier nacionalidad.


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