Como si no hubiese sido suficiente lo que sucedió en la final de la Liga Profesional de Baloncesto, con el controversial acto entre un jugador y los directivos, ahora surge un nuevo capítulo desafortunado en la historia de este deporte en Venezuela y que tiene una vez más entre sus protagonistas al conjunto Guaros de Lara.

Aunque en esta ocasión los actuales bicampeones del circuito se presentan como el gran perjudicado. Y es que Guaros ahora fue víctima de un nuevo acto de negligencia por la recién elegida Federación Venezolana de Baloncesto, que les negó la oportunidad de ir a defender el título en la Liga Sudamericana, tras alegar ante la Asociación de Baloncesto Suramericano (ABASU) que la situación económica de los equipos del país no era propicia como para competir internacionalmente.

Expuesto dicho alegato, aunado al hecho de que la FVB no realizó los trámites pertinentes para la inscripción antes de la fecha estipulada, el ente que rige el segundo torneo de clubes de mayor importancia en el continente optó por cederle el cupo a otra escuadra.

Jorge Hernández, presidente de la organización, manifestó en un comunicado emitido, su total disconformidad con el manejo de la situación por parte de la federación nacional, tildándola de utilizar excusas injustificadas, porque no recibieron ninguna llamada para notificarles acerca de sus disposiciones de participar, o no, en el certamen.

“No entendemos la posición y el objetivo de la FVB. Nunca hubo si quiera un mensaje de texto, para solucionar nada más y nada menos que la representación del país en la Liga Sudamericana”, reza parte de la misiva

Hernández reiteró que se reunió el 9 de julio con el presidente del organismo, el ex técnico Bruno D’Adezzio para expresarles el interés de jugar el torneo y que el 23 de julio se lo ratificó.

“¿Bajo qué criterio actúan? ¿Por qué nos sacaste de la cancha? Han dado un golpe de bajeza, su acto es traicionar la buena voluntad deportiva de Guaros de Lara” expresó Hernández, quien además instó a D’Adezzio y todo su grupo de trabajo a renunciar y marcharse de las canchas venezolanas.


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