La operación estaba planificada desde la noche anterior, desveló ayer Chris Froome, protagonista de una increíble escapada de 80 kilómetros que le sirvió para ganar la etapa 19 del Giro y tomar los mandos de la carrera a dos días del final.

“Nos reunimos y decidimos atacar en el Colle delle Fenestre”, explicó el británico de 33 años de edad, líder del equipo Sky.

Froome precisó que conocía al detalle el recorrido de esta etapa por un campo de entrenamiento el verano pasado, entre el Tour y la Vuelta, dos carreras que ganó.

“Tengo buena memoria para las carreteras, sabía lo que nos esperaba”, dijo. “El equipo corrió de una manera agresiva para endurecer la carrera. Fue un riesgo partir de tan lejos, pero era un riesgo calculado. Lo habíamos planificado todo y en diferentes escenarios, tanto si nos íbamos a encontrar entre líderes o con compañeros”.

La épica de Froome se combinó con la debacle de Simon Yates, líder por 13 etapas, que ayer llegó a meta a unos 40 minutos del ganador.

“Sabía las diferencias por la radio, sabía que tenía 20-30 segundos para el maillot rosa”, agregó. “En un momento (cerca de Jafferau, último puerto del día) fue una carrera salvaje. No sabía lo que Dumoulin podía hacer en la subida, aguanté el ritmo hasta el final”.

Tras su exhibición, de cerca de dos horas y media en solitario, el cuatro veces ganador del Tour aventaja al holandés Tom Dumoulin, campeón saliente del Giro, segundo a 40 segundos.

“Siempre tuve confianza en poder hacerlo mejor en la tercera semana. Pero no sabía que sería posible recuperar 3 minutos. Fue un escenario perfecto”, señaló el hombre que mañana puede encadenar las tres grandes del ciclismo de manera consecutiva.

La participación del británico ha sido polémica debido a su control «anormal» en la Vuelta a España que ganó en septiembre.

Pero el proceso está en curso y Froome, a pesar de las voces en contra, estuvo en la salida en Jerusalén. Preguntado por las diferencias entre el Tour y el Giro, señaló: «El Giro es más imprevisible, más explosivo. Diría que es la gran vuelta que se parece más a una clásica. El Tour es más controlado».

El francés Thibaut Pinot asciende de la quinta a la tercera posición, a más de 4 minutos, mientras que el ecuatoriano Richard Carapaz, segundo ayer, es quinto a 5:44 del líder y el colombiano Miguel Ángel López es cuarto a 4:57.


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