Los anuncios del Super Bowl LIII estuvieron cargados de humor, y de sorpresas, entre los adelantos de nuevas temporadas de series televisivas y pautas comerciales.

El anuncio de Jason Bateman para Hyundai sobre un ascensor con cosas desagradables en cada piso, o la sorpresiva relación entre Game of Thrones y Bud Light que dejó a los espectadores tanto confundidos como encantados. Además, los robots parecían estar por todas partes luego de que los anunciantes detectaron la inquietud de los estadounidenses por la creciente dependencia de la inteligencia artificial.

«Hay una clara tendencia hacia temas más ligeros este año, con muchos anuncios centrados en el humor y evitando la polémica”, dijo Charles Taylor, profesor de marketing en la Villanova University.

Los Patriots de Nueva Inglaterra dominaron a los Rams de Los Ángeles sobre el césped en Atlanta pero, durante las pausas comerciales, los anunciantes se pelearon entre sí por ser el más popular. La apuesta de Bud Light fue una de las más comentadas durante el juego.

Su sorpresivo comercial se llevó algunos elogios. Comenzó centrado en su mascota, «Bud Knight», en un torneo de justa, quien acaba enfrentado a un personaje maléfico de una serie de televisión que lo acata mientras un dragón llena el cielo y aparentemente abrasa la escena, transformando repentinamente el anuncio en una promoción de la temporada final de la serie Game of Thrones.

 El anuncio de la nueva entrega de The Handmaid’s Tale comenzó como una parodia del comercial de la campaña de Ronald Reagan en 1984 «Morning in America», y el de «Twilight Zone», de CBS, hizo que pareciese que el juego volvía a reanudarse en Atlanta antes de cortarse abruptamente a un estadio vacío con el presentador Jordan Peele en el centro.

Los comerciales burlándose de los robots estuvieron por todas partes. Turbo Tax mostró a un «Robochild» y Michelob Ultra presentó a un robot súper atlético que no puede tomar cerveza. Los de SimpliSafe y Sprint también incluyeron robots, mientras que Pringles y Amazon se burlaron de los asistentes inteligentes.

La mayoría incluían robots para darle un toque de humor y no eran realistas.

«Tenemos una ansiedad real sobre la IA y sobre nuestro gobernantes del futuro, y muchos anunciantes están tratando de abordarlas”, apuntó Mark DiMassimo, director de la agencia de publicidad DiMassimo Goldstein.

El anuncio de Amazon fue el mejor de ese estilo, añadió. La pieza mostró a Harrison Ford, Forest Whitaker y otras celebridades probando los productos rechazados de la empresa que incluyen a su asistente digital Alexa, un cepillo de dientes eléctrico parlante y un collar de perro que responde al animal en lugar de a los humanos.

«Amazon se destaca por haber acertado con la publicidad relacionada con la tecnología”, apuntó. Su anuncio fue » cultura pop primero, autodesprecio y un juego con la personalidad robótica de Alexa”.

Los comerciales centrados en las mujeres tuvieron también gran protagonismo. Tras el de la serie de Hulu Handmaid’s Tale, Serena Williams apareció como vocera de Bumble, que se presenta como una aplicación de citas feminista donde las mujeres dan el primer paso. La tenista insta a las mujeres a no esperar a que se les del el poder diciendo que “ya lo tenemos”.

La supermodelo Karlie Kloss mostró su faceta de empresaria en el anuncio del servicio de alojamiento de páginas web Wix.com.

En general, los comerciales evitaron la política, pero unos cuentos apelaron a los sentimientos.

Un anuncio de Microsoft mostró a un niño con discapacidad hablando entusiasmado sobre lo divertido que fue usar los controles de la Xbox diseñados para jugadores con movilidad limitada. The Washington Post mostró una pieza narrada por Tom Hanks que destacó el trabajo a menudo peligroso que realizan los periodistas.

Un par de comerciales de Google se centraron en sus buenas acciones: su capacidad de ayudar a los veteranos a buscar empleo y el lado humano de su servicio de traducción. »Las palabras pueden herir y a veces dividir”, dijo una voz. Pero, según el anuncio, las palabras más traducidas a diario son «Cómo estás”, “Gracias” y «Te quiero”.

Este fue el favorito en casa de Robert Lerner en Los Altos, California, quien recibió a unas 20 personas para el partido.

«A la gente le gustó el hecho de que era internacional y mostró que Google está haciendo cosas buenas, vivimos en el país de Google», dijo. «Fue reconfortante y agradable de ver”.


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