La vida fue irónica con Rafael Esquivel. Después de pasar 28 años como presidente de la Federación Venezolana de Fútbol, donde viajó a todas las Copas del Mundo desde Italia 90 hasta Brasil 2014, pudiendo vivir la vida con libertad absoluta; la prisión (al menos mientras espera juicio), le llegó en sólo cinco minutos.Ayer se dio la audiencia del ex presidente de la FVF en la Corte del Distrito Este de Nueva York, donde el antiguo jefe del máximo ente del balompié venezolano se presentó por primera vez ante un juez, para responder por la acusación que pesa en su contra por el caso de corrupción en la FIFA.Esquivel llegó con casi media hora de retraso a su cita con el juez Raymond J. Dearie. La audiencia estaba pautada para iniciarse a las 11:00am (hora del este de los Estados Unidos) en la sala 10A-S, y comenzó a las 11:29am, con la entrada a la sala del federativo, quien vestía un pantalón gris y un sweater azul, acompañado de su abogado venezolano, Luis García Sanjuan, y de la defensa en territorio estadounidense formada por el bufete Freeman, Nooter & Grinsberg.Fue una audiencia expedita. Muy rápida. El antiguo primer vice presidente de Conmebol solicitó un interprete para poder entender los cargos que se le imputaban, y mientras el juez iba leyendo la causa, el federativo permaneció tranquilo, sin una aparente demostración de nervios, muy sereno.  Dearie se tardó solo cinco minutos en presentar los cargos. La defensa de Esquivel aseguró que su representado se declaraba ?no culpable? en el caso, y aunque días atrás Sanjuan había asegurado que iban a solicitar la libertad bajo fianza (estimada en dos millones de dólares), este pedido finalmente no llegó ayer.?Ese paso viene después, en los próximos días. Es posible que esto se de la semana que viene, o la de arriba a más tardar?, aseguró Sanjuan al finalizar la audiencia. Antes, a las 11:34am, había terminado la audiencia que determinó que Esquivel se quedaría detenido hasta una nueva presentación (posiblemente para la solicitud de la fianza), o hasta el 13 de abril, cuando se realizará una nueva audiencia con todos los acusados del caso en la Corte.El ex presidente de la FVF estaba tan tranquilo en el juzgado, que hasta le esbozó una sonrisa a su interprete al finalizar con la lectura de sus cargos. Salió del edificio rumbo a la prisión del Condado de Brooklyn, donde permanecerá hasta una nueva presentación. Ese día, posiblemente, le toque llevar el uniforme naranja característico de los detenidos. Mientras tanto, él espera con calma y confianza, pensando que es posible lograr salir bajo fianza, y seguro de que volverá a disfrutar de la libertad que perdió en Zurich hace nueve meses.


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