“El año pasado demostramos que somos un equipo que nunca se da por vencido y que sabe darle vuelta a las adversidades”, fueron palabras de Rafael “Balita” Ortega, jugador de los Caribes de Anzoátegui, cuando se le preguntó sobre el dubitativo inicio del conjunto oriental en la temporada 2018-2019 de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional.
Las impresiones del jardinero central con estatus de grandeliga no son realizadas a mansalva. Existe un hecho para sustentar sus declaraciones pues, durante las primeras cuatro semanas del certamen anterior, los aborígenes se mantuvieron en el último puesto de la tabla y su clasificación a la postemporada tenía bajas probabilidades.
Poco a poco se fueron dando las incorporaciones de peso, como Balbino Fuenmayor, el propio Ortega, Alexi Amarista, Tomás Telis, entre otros nombres y fueron mejorando su desempeño; de tal modo que cogieron un impulso que jamás volvieron a perder y no en vano, se convirtieron en el equipo campeón del torneo.
Una gesta similar a aquella es por la que están apostando en el seno de la tribu anzoatiguense, que llegó a la jornada de ayer con tres victorias consecutivas y con los bates calientes, que se dieron festín con el pitcheo de los Bravos de Margarita, uno de los mejores de la contienda.
El regreso de Alexi Amarista, quien estuvo cerca de un mes alejado de los terrenos por lesión, pareció haberle inyectado una dosis de animosidad al clubhouse de los Caribes. La productividad del pequeño jugador se ha hecho sentir o al menos eso indica lo que fue su actuación en la doble cartelera del domingo en la isla de Margarita, cuando pegó su segundo jonrón de la justa y llevó a siete compañeros hasta el plato.
En la racha ganadora, la ofensiva indígena se ha ensañado contra los lanzadores de los Bravos después de fabricarles un total de 27 carreras en solo tres desafíos. Incluso los apagados maderos de los veteranos Luis Jiménez y René Reyes arrojaron señales de mejoría al conseguir tres batazos de vuelta entera entre ambos.
Afilados. En el buen momento de Anzoátegui, si bien es cierto tiene a los paleadores como los grandes protagonistas, no se puede desmeritar lo realizado por el cuerpo de monticulistas y menos porque el rival de turno llegó a la serie como uno de los más prolíferos del circuito.
Entre Wilfredo Ledezma, Daryl Thompson y Akeem Bostick, integrantes de la rotación abridora del manager Omar López, cumplieron al tolerar solo una rayita limpia en 13.2 capítulos trabajados. Aunque de los tres, Ledezma fue el único en sobrepasar los cinco episodios (5.2) y ninguno al final se quedó con la decisión final de sus respectivos encuentros.
Los integrantes del bullpen, que tanto trabajo han tenido a lo largo de toda la temporada, tampoco han discrepado de sus colegas iniciadores. En los últimos 10.1 capítulos, tan solo han permitido cuatro anotaciones para un 3.56 de efectividad, que expresa una mejoría si se considera el 4.01 de porcentaje global que ostentaban hasta ayer.
“Ahora mismo estoy feliz porque las cosas han comenzado a mejorar para el equipo, en especial para René Reyes y Luis Jiménez, dos piezas de suma valía dentro de la organización”, le manifestó Omar López al programa radial El Infield, mismo en el que aprovechó para alabar la actuación de Willians Astudillo, otro de sus pilares y que el martes fue ponchado por primera vez en la en la zafra después de 109 turnos.
“Analizar a un jugador como Astudillo es muy complicado, son obras de Dios. Willians tiene un talento especial que pocas veces vamos a ver. Es una coordinación de las manos con los ojos que le permite hacer contacto constantemente”, explicó el mandamás sobre el polivalente toletero, que batea para .333 con 3 jonrones y 25 carreras impulsadas en el presente campeonato de la LVBP.
El dato
Con el jonrón del martes, Luis Jiménez llegó 4 en la temporada y a 97 de por vida en la pelota rentada, con lo que igualó en el cuarto puesto de todos los tiempos a Antonio Armas