La penumbra cayó en Houston. Los Astros no han podido responder al prematuro favoritismo que se les dio en el alba de los entrenamientos primaverales. Era muy difícil presagiar el mal comienzo de una organización que cuenta con la experiencia de ser una de las sorpresas más agradables de 2015.Es un slump colectivo que va desde Carlos Correa, Novato del Año vigente, hasta Carlos Gómez, reputado jardinero. Desde Dallas Keuchel, el último Cy Young, hasta Collin McHugh, ganador de 19 partidos la campaña anterior.  El fondo de la División Oeste de la Americana es el puesto para los siderales, algo que contrasta con el récord de 20 ganados y 13 perdidos que ostentaban hace exactamente un año.Pero la bruma no opacó la luz irradiada por José Altuve, el único astro que brilla en la oscuridad. Resulta irónico que en tan mal inicio de Houston, el maracayero atraviese uno de los mejores momentos de su carrera de seis campañas.No hay un pelotero de los espaciales, que no sea Altuve (.324), que tenga un promedio de bateo por encima de los .300. La divisa es la segunda peor en average colectivo (.232) del joven circuito. Solo los Rays de Tampa Bay (.223) lucen peor en el departamento.Altuve es el antónimo del cúmulo astral. Con 13 bases robadas y casi una decena de cuadrangulares, se ha convertido en un súbito y sorpresivo candidato a ser el segundo venezolano 30-30 en las Grandes Ligas.Está entre los cinco mejores en bases alcanzadas (86) y en el top diez de slugging (.641). Son reglones dominados normalmente por paleadores de poder, pero la versión 2016 de Altuve, con 1.66 metros de estatura, encaja perfectamente.La metamorfosis de un bateador de alto contacto a uno que también despliega fuerza, se nota mejor en la frecuencia de sus batazos. En el corriente campeonato le tomó 29 juegos arribar a los nueve cuadrangulares, el año pasado alcanzó la cifra en el compromiso 89.Además de en vuelacercas, Altuve comanda a la legión venezolana en carreras impulsadas (22), extrabases (24) y carreras anotadas (31). Ya superó los 40 hits conectados y se abren las incógnitas si por tercer año consecutivo podría arribar a los 200 imparables. Si lo logra superará los 900 hits en las mayores.No ha tenido ayuda de Luis Valbuena, quien solo tiene un cuadrangular aunque en 2015 sacó 25. Pero el jardinero Colby Rasmus sí le ha echado una mano, pues ha sacado siete palazos y fletado 28 rayitas.Solo una mejoría que lleve a Houston a pelear por los puestos cimeros de la división podría despejar la penumbra y dejar ver a astros diferentes que al camarero aragüeño.


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