Andrés Ponce logró ayer una pequeña gran victoria. Después de ser cuestionado permanentemente, de sufrir una dura lesión de rodilla, de pasar un infierno en lo psicológico, se impuso a fuerza de trabajo. El marabino debutó ayer con la Sampdoria en la Serie A, en la caída 5-0 de los azules con la Juventus en Turín. ?Trabajé muy duro mentalmente, y nadie me regaló nada?, contó el venezolano desde Italia, donde anotó 24 goles en el equipo primavera de la Sampdoria. ?No fue fácil mantener los resultados con los goles. Lograr esto no fue sencillo, no eran partidos cómodos porque en segunda se defiende muy duro. Al final de la temporada, gracias a Dios, se puede mirar todo y decir que se hizo un buen trabajo?, explicó. ?Venía trabajando con el primer equipo en estos días, y el llamado para jugar el partido me sorprendió?, explicó Ponce. ?Mi intención, al menos, es hacer la pretemporada acá el año que viene. Por ahora no tengo claros si ese será el futuro, pero hasta ahora, buscaré pelear mi lugar y seguir aquí. Es lo que quiero?, dijo. La buena actualidad del zuliano le valió ser llamado a la selección. ?Llego el lunes 16 a Madrid, motivado y con muchas ganas de vestir la Vinotinto. Es lo más lindo que le puede pasar a un futbolista. Estoy trabajando mentalmente para seguir peleando mi lugar e ir a la Copa?, dijo. Mucho de la evolución psicológica de Ponce es obra de Jeremías Álvarez, coach motivacional actual de la selección. ?Mi encuentro con él acá en Italia fue fantástico?, contó. ?Es un hermano mayor, que siempre me está impulsando. Hicimos unos trabajos de visualización, y me ayudó mucho. Es un hombre exitoso, que nos ayudará mucho en la selección?. ?En el corto plazo me veo con la selección en la Copa Centenario, voy muy preparado mentalmente?, agregó el ariete. ?Hay que aprovechar cada minuto que se presente en los amistosos. En el mediano, quiero quedarme en Sampdoria y lograr establecerme en la Serie A?, remató. 


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