Cientos de miles de venezolanos desesperados huyen de Venezuela, en muchos casos a pie, siendo los países latinoamericanos quienes enfrentan una prueba crítica: si pueden responder efectivamente a una crisis que amenaza su propia estabilidad sin el liderazgo de los Estados Unidos.

La crisis humanitaria en el país ha sido declarada la más grave de América en décadas. La producción económica de Venezuela se ha desplomado a la mitad en cinco años, reseñó The Washington Post

60% de la población dice que ha bajado de peso debido a la falta de alimentos. Aproximadamente 2.000.000 de personas de una población de 31 millones han abandonado el país, y cada vez se están derramando más, a un ritmo superior a 15.000 venezolanos por día.

Entonces, ¿qué puede hacerse? Colombia cree que una solución requerirá una restitución de los EE UU. “Yo diría que (los estadounidenses) tendrían que liderar la manada, y muchos de los otros países acompañarían a los Estados Unidos en una solución para esta situación desastrosa”, dijo Juan Manuel Santos, ex presidente de Colombia. 

¿Significa eso una intervención militar dirigida por Estados Unidos? Santos no acaba de ir allí; Pero al igual que el secretario general de la Organización de los Estados Americanos, Luis Almagro, él dice que “todas las opciones deben ser consideradas”.

Una invasión directa de los EE UU a Venezuela no es un comienzo. Polarizaría a América Latina, e incluso si hubiera poca resistencia armada, sería difícil encontrar o construir un gobierno alternativo. Pero algunos en la región están empezando a pensar en un escenario diferente y más plausible: una intervención humanitaria multilateral, que podría seguir a un golpe de palacio contra Nicolás Maduro o, tal vez, otra rebelión desesperada de una población privada de alimentos, medicinas, agua y poder.

Lea la nota completa en The Washington Post


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