El gobierno de Nicolás Maduro niega que en los hospitales exista una crisis humanitaria. Sin embargo, la falta de camillas, insumos hasta simples jenrigas no se encuentran en los centros de salud. 

Un bebé de ocho meses que pesa 5 kilos, es una de tantas historias que recoge el reportaje sobre el Hospital Universitario Luis Razzeti en Barcelona, estado Anzoátegui. “Su madre lo trajo desde la aldea donde viven, dos horas a pie hasta la parada del autobús con él en brazos, luego otras tantas de carretera. Ahora Joniel ocupa la cama número dos, debajo de un pato Donald que alguien ha pegado en la pared”, reseñó XL Semanal.

Los médicos llaman «África» a la sala de pediatría debido a que todos los bebés llegan con signos de desnutrición, añaden que cada día muere un infante. »El gobierno apenas hace llegar dinero a los hospitales, y tampoco deja que entre ayuda al país. Porque, si el autocrático presidente Maduro lo permitiera, sería como reconocer que su gestión es un fracaso».  

Solo existen 10 camillas en la sala, los niños son obligados a juntarse uno al lado del otro para no estar sobre el piso del hospital. Yeriyoli Pérez, de 25 años de edad, perdió 16 kilos en los últimos meses. Se alimenta casi exclusivamente de maíz y su bebé también, a ella ya no le queda leche. «Comemos lo que podemos conseguir», dijo.

En el 2017, el Ministerio de Salud  hizo públicos informes, entre otros datos, donde se constaba que las muertes de niños de menos de 12 meses casi se habían triplicado en un año, hasta alcanzar los 11.446 casos.

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