El ministro de Salud, Luis López, informó a través de su cuenta en la red social Twitter que llegó al país un cargamento de filtros de diálisis, pero esta vez no especificó la cantidad. Las fallas en la distribución continúan.

Desde el desabastecimiento de dializadores, que hizo crisis el 22 de enero, los centros de diálisis no han reanudado sus operaciones con normalidad. El agravamiento de la situación dejó a 15.000 pacientes sin el tratamiento de sustitución renal por una semana y 7 personas fallecidas.

En el estado Mérida los pacientes de la unidad de diálisis, Diamerca, de la capital del estado andino salieron ayer a las calles a protestar porque desde el jueves pasado los 90 pacientes con insuficiencia renal no se han podido dializar.

Cada semana los materiales que llegan alcanzan para dos diálisis y no las tres semanales que requieren los pacientes, aseguran los afectados. Denunciaron que ahora en las unidades de diálisis les piden que lleven el suero para la terapia de sustitución renal, pero el costo es de 700.000 bolívares cada una y se usan tres a la semana. Desde hace 4 años ya no les entregaron más el hierro y la vitamina C, y que tienen un costo de 700.000 bolívares y 1.100.000 en cada terapia y deben colocársela al menos una vez por semana.

En total, un paciente renal podría gastar hasta 4 millones de bolívares semanales para mantenerse en buen estado de salud y completar los insumos que el Seguro Social dejó de entregar paulatinamente.

“La situación es angustiante porque desde hace cuatro años nos han ido recortando los insumos, hasta que hicimos total crisis. Pero hay tanto amedrentamiento que a mis compañeros les da más miedo denunciar que morirse. Uno me dijo que iba a perder los combos del CLAP si seguía yendo a reuniones de reclamo”, dijo Luis Alberto Rivas, que tiene cinco años en diálisis.

En Barquisimeto sí están dializando tres veces por semana, pero con dializadores de bajo flujo que no están acordes con las máquinas de nueva generación.

Carmen Padilla, paciente renal del estado Lara, explicó que con estos materiales cada paciente requiere más horas de diálisis para garantizar que la terapia haya sido efectiva, pero esto no se está cumpliendo por el colapso en las unidades de diálisis. Desde que comenzó la crisis no ha podido bajar los niveles de creatinina que indican que su cuerpo no está totalmente depurado con la diálisis.

En Ciudad Bolívar los nefrólogos notificaron que ya comenzaron a hacer diálisis tres veces por semana, pero los insumos llegan de forma racionada y desconocen cuando vuelven a traerlos. En estos momentos la ciudad está abastecida para 10 días de diálisis.

Desde que comenzó el desabastecimiento el 22 de enero, que dejó hasta 32 unidades de diálisis sin insumos de las 129 que hay en el país, el Ministerio de Salud y el Seguro Social no hicieron ninguna declaración oficial para informar a los pacientes si el tratamiento estaba garantizado. Solo se informó a través de Twitter que llegaron 15.000 dializadores que solo duraron 2 días de tratamiento y ayer llegó otro lote sobre el que no se especificó cantidad.


Se suman 30 rechazos de órganos en el país

Este fin de semana se sumó otro rechazo de órgano por falta de inmunosupresores que los pacientes deben tomar de por vida para evitar perder los injertos.

Jesús Gallardo, de 29 años de edad, recibió un trasplante hace dos años y dos meses porque su tía le donó el órgano. En dos años de trasplantado siempre tuvo que combatir la escasez guardando reservas de su medicina, pero desde hace cuatro meses no consiguió más los fármacos completos. Desde el 11 de enero estuvo hospitalizado para tratar de evitar la pérdida, pero a finales de enero los médicos le informaron que su rechazo no tenía vuelta atrás.

En estos momentos se suma 30 rechazos agudos de órgano y de estos, 9 perdieron el riñón. Mientras que los trasplantes de órgano ya llevan 7 meses paralizados.



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