Esteban Rojas, tío de Wilker José Rojas Pérez, de 13 años de edad, denunció que su sobrino murió por una presunta falta de asistencia médica.

El domingo 15 de este mes el adolescente estaba en su residencia de la calle El Progreso del Helicoide. Comenzó a sentir malestar y de repente vomitó sangre. Inicialmente, lo llevaron al Hospital Materno Infantil de Caricuao donde lo atendieron y lo refirieron al Hospital Pérez Carreño con un informe médico que recomendaba ingresarlo en ese centro y hospitalizarlo debido a que continuaba esputando sangre.

En ese hospital le diagnosticaron bronquitis y neumonía pero le dieron de alta. Al regresar a su casa, el muchacho se desmayó y quedó inconsciente por lo que la familia decidió trasladarlo al Hospital Universitario de Caracas donde lo recibieron, pero la médico de guardia manifestó que no tenía lo necesario para atenderlo.

Entonces la familia decidió llevarlo nuevamente al Hospital Pérez Carreño y solicitó la colaboración de los Bomberos Universitarios a fin de trasladarlo en una ambulancia pero no le prestaron apoyo, relató el tío del joven.

En un taxi trasladaron al adolescente a ese centro asistencial. Allí se enteraron de que había una cama desocupada en la Unidad de Cuidados Intensivos donde lo podían ingresar debido al estado de salud que presentaba Rojas Pérez, sin embargo, lo dejaron fuera de la dependencia.

Un familiar del adolescente con un equipo del hospital le suministró respiración artificial manualmente durante tres días hasta que el jueves el muchacho murió. Esteban Rojas dijo que no es posible que la familia de un paciente tenga que darle ventilación cuando había un cupo en terapia intensiva para que lo recibieran. La denuncia del caso fue formulada en la Fiscalía y ante la policía científica.


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