Mucho lamento saber de la pérdida de toda una familia de apellido Guerra Pino, integrada por la señora Marlene, el señor Luis y sus hijos Gabriel, Luis y Daniel, de manera conjunta con el piloto de nombre Ángel Larrode, QEPD. Perdieron la vida tratando de apreciar y disfrutar las bellezas naturales de nuestro hermoso país.

Este terrible accidente ocurrido el pasado fin de semana, comenzando septiembre, en el Auyantepuy, durante un vuelo entre Canaima y Uruyen, me trae a la memoria lo difícil y complejo que es volar en la zona de Canaima y la Gran Sabana. Zona de los grandes Tepuy, con clima cambiante y traicionero, rodeado de selvas y sabanas, sin mayores radioayudas y sin facilidades para saber las condiciones meteorológicas más allá del par de ojos del propio piloto. Hermoso y cautivador paraje donde es muy fácil entrar a volar en condición de vuelo instrumental inadvertido.

Es por esto que, sin querer entrar a juzgar al piloto o evaluar los hechos sin mayores elementos de juicio, quiero recordarles a los pilotos que vuelan en esta zona lo peligroso de entrar a volar en condiciones instrumentales de manera inadvertida o de sufrir una desorientación espacial.

Vuelo en condición instrumental inadvertida es todo aquel vuelo en el que, sin proponérnoslo y de manera inadvertida, ya sea porque las condiciones meteorológicas cambian repentinamente o se nos cierra el tiempo adelante, y cuando tratamos de devolvernos las condiciones visuales han desmejorado, perdiendo las referencias visuales, nos vemos obligados a volar en condiciones instrumentales, la mayoría de las veces sin estar preparados, por falta de instrumentación en la aeronave o habilitación para ello. Muchas veces esta situación termina en un accidente que los estadounidenses llaman Control Flight IntoTerrain (CFIT), en la que una aeronave en perfectas condiciones de aeronavegación y bajo control total de su piloto entra, sin su intención, en contacto con la tierra.

Desorientación espacial y las ilusiones propias del vuelo

La desorientación espacial se refiere específicamente a la falta de orientación con respecto a la posición, actitud o movimiento del avión en el espacio.

El cuerpo utiliza tres sistemas integrados que trabajan juntos para determinar la orientación y el movimiento en el espacio.

• El sistema vestibular: comprende los órganos contenidos en el oído interno (canales semicirculares con un contenido líquido y los otolitos) que detectan nuestra posición y equilibrio.

• El sistema visual: básicamente dado por los ojos que detectan la posición en función de lo que se ve.

• El sistema somatosensorial: dado por los nervios en la piel, los músculos y las articulaciones que, junto con la audición, detectan la posición en función de la gravedad, los sentidos y el sonido.

Toda esta información se reúne en el cerebro y, la mayoría de las veces, las tres corrientes de información coinciden, dando una idea clara de dónde y cómo se mueve el cuerpo y, por ende, nuestra aeronave.

Algunas etapas del vuelo pueden hacer que estos sistemas suministren información conflictiva al cerebro, lo que puede llevar a la desorientación.

Durante el vuelo en condiciones meteorológicas visuales (VMC), los ojos son la principal fuente de orientación y generalmente prevalecen sobre las sensaciones falsas de otros sistemas sensoriales. Cuando se eliminan estas señales visuales, como sucede en condiciones meteorológicas instrumentales (IMC), las sensaciones falsas pueden hacer que un piloto se desoriente rápidamente.

El sistema vestibular en el oído interno permite al piloto detectar el movimiento y determinar la orientación en el entorno circundante. Tanto en el oído interno izquierdo como en el derecho, tres canales semicirculares están posicionados en ángulo recto aproximados entre sí. Cada canal está lleno de líquido y tiene una sección llena de terminales nerviosos que terminan en finos vellos. La aceleración del oído interno en cualquier dirección hace que los pequeños vellos se desvíen, lo que a su vez estimula los impulsos nerviosos y envía mensajes al cerebro.

El sistema somatosensorial envía señales desde la piel, las articulaciones y los músculos al cerebro que los interpretan en relación de estos con la atracción gravitacional de la Tierra. Estas señales determinan la postura. Las entradas de cada movimiento actualizan la posición del cuerpo al cerebro de forma constante. El vuelo visual o Seat of the pants, como llaman los estadounidenses, depende en gran medida de estas señales. Utilizado junto con pistas visuales y vestibulares, estas sensaciones pueden ser bastante confiables. Sin embargo, el cuerpo no puede distinguir entre las fuerzas de aceleración debidas a la gravedad y las que resultan de maniobrar la aeronave, lo que puede conducir a ilusiones sensoriales e impresiones falsas en la orientación y el movimiento de una aeronave.

En condiciones normales de vuelo, cuando hay una referencia visual al horizonte o la tierra, el sistema sensorial en el oído interno ayuda a identificar los movimientos de cabeceo, balanceo y guiñada de la aeronave. Cuando se pierde el contacto visual con el horizonte, el sistema vestibular se vuelve poco confiable. Sin referencias visuales fuera del avión, hay muchas situaciones en las que las combinaciones de movimientos y fuerzas normales crean ilusiones convincentes que son difíciles de superar.

La prevención suele ser el mejor remedio para la desorientación espacial. A menos que un piloto tenga muchas horas de entrenamiento en vuelo instrumental, se debe evitar el vuelo en visibilidad reducida o en la noche, cuando el horizonte no es visible. Un piloto puede reducir su susceptibilidad a desorientarse por las ilusiones, a través del entrenamiento y al aprender a confiar totalmente en los instrumentos de vuelo.

A-Ilusiones vestibulares

Son todas aquellas ilusiones creadas por las aceleraciones, inclinaciones, giros constantes y movimientos bruscos de la cabeza, sobre los canales semicirculares y los fluidos contenidos en ellos, como parte del oído interno, encargados de proporcionar las señales de estabilidad y equilibrio al cerebro. Entre estas ilusiones podemos mencionar y describir:

La ilusión de Coriolis

La ilusión de Coriolis ocurre cuando un piloto manteniendo un giro lo suficiente constante y prolongado, hace que el fluido en el oído medio alcance la misma velocidad que en el canal semicircular auditivo que lo contiene. Un movimiento de la cabeza en un plano diferente, como mirar algo en una parte diferente de la plataforma de vuelo, puede hacer que el fluido se mueva y cree la ilusión de girar o acelerar en un eje completamente diferente. Esta acción hace que el piloto piense que el avión está haciendo una maniobra que no es la que verdaderamente está haciendo. El piloto desorientado puede maniobrar la aeronave en una actitud peligrosa en un intento de corregir la actitud percibida en su oído creyendo ser la actitud real de la aeronave.

Por esta razón, es importante que los pilotos desarrollen un chequeo de verificación cruzada o exploración que implique un mínimo movimiento de la cabeza. Tenga cuidado al recuperar cartas y otros objetos del maletín de vuelo o si algo se cae, recupérelo con un mínimo movimiento de la cabeza y esté atento a la ilusión de Coriolis.

Espiral del cementerio

Como en otras ilusiones, un piloto haciendo prolongados y coordinados giros, de velocidad constante, tendrá al cabo de un tiempo la ilusión de no estar inclinado. Durante la recuperación para nivelar el vuelo, el piloto experimentará la sensación de empezar a girar en la dirección opuesta. El piloto desorientado puede devolver el avión a su inclinación anterior, logrando solo seguir bajando en espiral.

Debido a que una aeronave tiende a perder altitud en los giros, a menos que el piloto compense la pérdida de sustentación, puede tener una pérdida de altitud. La ausencia de cualquier otra referencia visual puede crear la ilusión de estar en un descenso nivelado. El piloto puede tirar de los controles en un intento de subir o detener el descenso. Esta acción puede aumentar la espiral y agravar la pérdida de altitud; esta ilusión se conoce en inglés como Grave yard spiral o espiral de cementerio, porque, en algún momento, esto podría conducir a una pérdida de control de la aeronave y la muerte.

Ilusión de Inversión

Un cambio abrupto de ascenso, a vuelo recto y nivelado, puede estimular los órganos (otolitos) contenidos en el oído interno, lo suficiente como para crear la ilusión de caer hacia atrás o la ilusión de inversión. El piloto desorientado puede empujar el avión bruscamente en una actitud de nariz abajo, posiblemente intensificando esta ilusión.

Ilusión del elevador

Una aceleración vertical abrupta hacia arriba, como puede ocurrir al entrar en una corriente ascendente, puede estimular los otolitos (oído interno) para crear la ilusión de estar en una actitud de ascenso. Esto se llama ilusión de ascensor. El piloto desorientado puede empujar al avión a una actitud de nariz baja. Una aceleración vertical abrupta hacia abajo, generalmente en una corriente descendente, tiene el efecto opuesto, con el piloto desorientado tirando de la aeronave en una actitud de nariz arriba perdiendo la sustentacion.

B-Ilusiones visuales

Las ilusiones visuales son especialmente peligrosas porque los pilotos confían en sus ojos para obtener información correcta. Dos ilusiones que conducen a la desorientación espacial, el horizonte falso y la autokinesis.

Falso horizonte

Una formación de nubes inclinadas, un horizonte oscurecido, una escena oscura extendida con luces terrestres y ciertos patrones geométricos de luces de tierra pueden proporcionar información visual inexacta o un horizonte falso con el cual alinear la aeronave de manera incorrecta con respecto al horizonte real. El piloto desorientado puede colocar al avión en una altitud peligrosa.

Autokinesis

En la oscuridad, una luz estacionaria pareciera empezar a moverse cuando se mira por muchos segundos. El piloto desorientado podría perder el control del avión al intentar alinearlo con los movimientos falsos de esta luz. Esto es lo que se conoce como autokinesis.

El sistema somatosensorial o postural

El sistema somatosensorial o control postural es la capacidad del cuerpo de mantener una alineación correcta del centro de gravedad dentro del eje corporal, de manera que todas las articulaciones y segmentos del cuerpo trabajen de forma óptima y global. El sistema postural envía señales desde la piel, las articulaciones y los músculos al cerebro que se interpretan en relación con la atracción gravitacional de la Tierra. Estas señales determinan la postura. Las entradas de cada movimiento actualizan la posición del cuerpo al cerebro de forma constante. El vuelo visual depende en gran medida de estas señales. Utilizado junto con pistas visuales y vestibulares, estas sensaciones pueden ser bastante confiables. Sin embargo, debido a las fuerzas que actúan sobre el cuerpo en ciertas situaciones de vuelo, pueden ocurrir muchas sensaciones falsas debido a las fuerzas de aceleración que dominan la gravedad. Estas situaciones incluyen giros descoordinados, deslizamiento y turbulencia.

Como hacer frente a la desorientación espacial

Para evitar ilusiones y sus consecuencias potencialmente desastrosas, los pilotos deben:

1. Comprender las causas de estas ilusiones y permanecer constantemente alerta sobre ellas. Actualmente es posible experimentar ilusiones de desorientación espacial en dispositivos de realidad virtual, lo que ayuda a los pilotos a entenderlas.

2. Obtener y comprender, siempre que pueda, las condiciones meteorológicas de la ruta.

3. Antes de volar en condición de visibilidad marginal (menos de 3 millas de visibilidad) o cuando no sea evidente un horizonte visible, como volar sobre mar abierto durante la noche o entre bruma, debe ser consciente de tener la preparación para ello, teniendo un entrenamiento que le permita mantener el dominio y control de la aeronave por referencia a los instrumentos.

4. No continuar el vuelo en condiciones climatológicas adversas o más tarde de la hora de la puesta del sol u oscuridad, a menos que esté habilitado en vuelo instrumental y competente en el uso de los instrumentos de vuelo. Si tiene la intención de volar de noche o en instrumentos, mantener sus cartas de navegación y aproximación, así como el GPS al día. Tratar de practicar en el simulador los aeropuertos probables de operación.

5. Asegurarse de que cuando se utilizan referencias visuales externas, sean puntos fijos confiables en la superficie de la Tierra. No tomar como referencias nubes, chubascos o chaparrones.

6. Evitar el movimiento repentino de la cabeza, particularmente durante los despegues, giros y aproximaciones durante el aterrizaje.

7. Estar sintonizado físicamente para el vuelo en visibilidad reducida. Es decir, garantizar un descanso adecuado, una dieta adecuada y, si vuela de noche, permitir la adaptación nocturna. Recordar que es probable que una enfermedad, los medicamentos, el alcohol, la fatiga, la pérdida de sueño y una hipoxia leve, aumenten la susceptibilidad a la desorientación espacial.

8. Lo más importante, dominar el uso de los instrumentos de vuelo y aprender a confiar en ellos. Confiar en los instrumentos y desatender sus percepciones sensoriales es parte del entrenamiento de vuelo instrumental.

TLA INAC #4768367 / ATP FAA #2452840

[email protected]


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!