En parte uno empeñado en precisar definiciones, y creyendo que con la ya larga lista de carencias, marginalidad y enfermedades, era suficiente para definir una vida de carácter pesaroso, como en efecto llega a serlo; pero para nuestro dolor, en no pocas circunstancias la vemos crecer y empeorar, en forma palpable.

En esta Venezuela nuestra de hoy parecemos constituir una sociedad de sobrevivientes, instados a celebrar como algo notable estar vivos.

No son simples rasgos de conducta fascista los palpables en las acciones de las pandillas paramilitares del gobierno; es fascismo militante que celebra como triunfos el asalto y saqueo de bibliotecas, teatros y otras instituciones culturales, la agresión abierta con artefactos bélicos a las universidades, el lanzamiento de bombas contra la Nunciatura Apostólica, el ataque a la Sinagoga Tiferet Israel de Maripérez con irrespeto a símbolos sagrados. Es odio manifiesto a todo lo que signifique intelecto, estudio, y en general cultura.

Ha sido tema de preocupación para muchos universitarios, poder precisar el papel que le corresponde cumplir a una Dirección de Cultura en un país como el nuestro, tanto en el frente interno representado por el conjunto de docentes, alumnos, obreros y empleados, como en la proyección hacia el vastísimo mundo extrauniversitario.

Es válido revisar críticamente la relación de las instituciones culturales con la cultura popular. El intento de vincular nuestras universidades a la comunidad, en muchos casos sigue sin conducir a logros concretos; y no siempre ha sido enfrentada de manera efectiva la subvaloración con que son tratadas las manifestaciones culturales del pueblo, pecándose incluso de desdeñarlas en vez de alentarlas.

La vida republicana de nuestra UCV puede ser contada a partir del 24 de junio de 1827, cuando por obra del Libertador y del doctor José María Vargas pasó del ordenamiento jurídico de una sociedad colonial a los Estatutos Republicanos que establecían el principio de la autonomía universitaria. Otro siglo después fue de ella de donde partió la lucha por la democratización y la modernización del país y por la transformación de sí misma. En 1936 la Federación de Estudiantes de Venezuela estableció que la mencionada autonomía era una de las bases fundamentales de la reforma que requerían las universidades para el logro de su adecuado funcionamiento.

Con su decreto N° 196 del 2 de octubre de 1943, el presidente Isaías Medina Angarita dio curso a la idea del rector Antonio José Castillo de construir la Ciudad Universitaria. El proyecto fue concebido por el gran arquitecto Carlos Raúl Villanueva en 1944. El 2 de marzo de 1954 fueron inauguradas la Plaza Cubierta, el Aula Magna y la Biblioteca Central.

Padecemoshoy una situación nacional agravada por el brutal despliegue represivo de parte de las pandillas armadas por el régimen, y a las cuales no solo se les insta a la más cruel severidad sino que casi se les anuncia oficialmente que pueden hacerlo con garantizada impunidad. 

Revisando notas impresas se encuentra uno con denuncias como las de Tinedo Guía en una rueda de prensa, acerca de las agresiones a los comunicadores sociales, e informe de que más de 80 medios de comunicación han cerrado en lo que va de año. Destacó que las denuncias sobre las agresiones a dichos medios fueron llevadas a tribunales, como el caso de El Nacional demandado por publicar una noticia difundida por el diario ABC de España

Un cierre ingrato de esta nota es señalar el hecho cierto y por demás deplorable, de las agresiones oficiales que sistemáticamente vienen padeciendo cada día honorables periodistas en pleno ejercicio de sus funciones informativas.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!