La “revolución” se llena la bocota hablando de “soberanía” y “autodeterminación” e “independencia nacional” cuando en rigor Venezuela no es màs que un vulgar protectorado chino-ruso, una vergonzante neocolonia cubana y una lejana pero efectiva prolongación de la dominación turca e iraní en el marco de unas leoninas relaciones bilaterales internacionales que dejan mucho que desear en desmedro de los intereses nacionales en materia económica y sociopolìtica.

Oro, coltàn, diamantes, madera, piscicultura y un sinfín de riquezas y materias primas de carácter estratégico dan cuenta de una meticulosa política de exacción y saqueo pormenorizado de la riqueza nacional por parte de los socialimperialismos postsoviètico y “amarillo”.

A la vista de todos está el rotundo fracaso de las políticas de telecomunicaciones satelitales de China en Venezuela. Los obsolescentes resultados científico-tecnològicos de los satélites Simòn Bolìvar, Miranda, Guacaipuro et al en relación con la soberanía del espectro suprayacente venezolano y el colapso de la desvencijada red de telecomunicaciones nacionales es muestra del estrepitoso fracaso del “socialismo” en esta como en el resto de los demás órdenes de la vida nacional. A las pruebas nos remitimos: tras veinte años de neocolonación cubana en la vida institucional venezolana los resultados saltan a la vista de todos. Un sistema educativo literalmente en escombros con una población estudiantil catequizada, adoctrinada, bajo el terrible yugo de la más abominable alienación política y enajenación ideológica han terminado por instaurar una subcultura de “hombres-masa” que repiten y repiten, cuales norias incansables consignas vacuas que hablan y refieren un ilusorio “socialismo bolivariano” que únicamente existe en las delirantes y enfebrecidas mentes de una odiosa y detestada élite de oligarcas nuevos ricos y boliburgueses sobrevenidos a la sombra del màs oprobioso saqueo al erario público.


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