¡Mientras la patria desfallece ante el desastre económico, político y social de la dictadura,  sigue la cobarde represión contra militares y civiles patriotas, junto al genocida plan continuista de Maduro, en la pretensión de afianzamiento de su régimen totalitario. El politiquero, el corrupto, el cínico, más que lavarse las manos como Pilatos, ante la tragedia venezolana, se las frota por las indefiniciones de parte de la oposición verdaderamente democrática que tiene el deber de unirse en torno a un gobierno de emergencia y salvación nacional. 

La aparición oportunista de aquellos que simulan ser “políticos de Estado” siendo en realidad mercaderes del pueblo al que traicionan, desde su miseria protagónica banal, de ambición personal y crematística, hacen continuar la danza perversa asomando posibilidades electorales, bailando al son que la podrida tiranía de Maduro les toque.  Con su pigmea moral serán tan culpables como la propia tiranía, por la prolongación agónica del régimen frente a un pueblo venezolano que sigue en resistencia, provocándole más dolor y muerte a nuestra nación.

Elizabeth Salazar, la venezolana que al mostrar su canceroso seno al mundo denunciaba de modo impactante la realidad caótica de la situación de desatención médico-sanitaria de Venezuela es una bofetada a todos los que nos vendieron.  

Dichos enanos morales con tal conducta reflejan la despreciable desviación napoleónica de querer continuar rigiendo eternamente un partido, viviendo de él, o de una ONG, como medio de figuración para asegurarse espacios y prebendas. Más que hacerse partes de la búsqueda de cualquier posible solución a la crisis humanitaria en agravamiento, ya ni siquiera mes a mes sino día a día, hacen parte de la desgracia del país. Así no solo no contribuyen a abrir el camino a la lucha para que se desaloje del poder a la tiranía, sino que ayudan a obstruirlo. Ya no hay más paciencia para ustedes «señores». ¡Apártense de la conducta de represamiento al pueblo, la presa está por desbordarse!

Toda la Venezuela honesta, de cualquier signo ideológico o preferencia doctrinaria, debería mirarse en el símbolo de ese seno canceroso mostrado por esta valiente y maltratada mujer venezolana. Bien pudiéramos asimilar su seno como símbolo del seno de la patria, para recordar que todos fuimos paridos por ella. Que nos alojó en su vientre y nos amamantó, para hacernos seres humanos libres. Esta mujer nos grita desde su batalla por la vida, en resistencia contra un cáncer mortal, que es vital la superación de todos esos “napoleoncillos” y sus adláteres que, con sus actuaciones, no contribuyen decididamente a que caiga la dictadura de una vez por todas. Sus errores, o aún más, sus graves complicidades, impiden que termine de colapsar la dictadura.

Disolvamos las mafias de los partidos, y de cualesquiera de los grupos de intereses mezquinos, dentro y fuera del país. Asumamos el movimiento patriótico de liberación nacional necesario, que nos reúna a todos, mujeres y hombres que compartimos valores y principios de la Venezuela de ciudadanos libres que queremos. Unámonos entorno a esta única causa. Somos una gran mayoría los que hemos luchado, y continuaremos luchando desde la unidad de ciudadanos en desobediencia, desde la calle, desde nuestros puestos de tarea diaria, desde dentro o fuera del país, para que se dé inicio ya a la etapa final de liberación de Venezuela, preparándonos para un paro general. Expulsemos a quienes la han invadido, manteniéndola secuestrada. A sus cómplices, que reiteramos desde su cobardía, corrupción y cinismo, han provocado el sostenimiento y profundización de la tiranía en Venezuela es hora de su retirada, o asuman las consecuencias. ¡Nuestros oficiales y soldados comprometidos, miembros de nuestras familias honestas y libertarias, darán al unísono también un paso final al frente!

No pedimos comportamientos de un unilateralismo supuestamente infalible. De aquellos que creyéndose poseedores de la verdad absoluta pretendan mandar rebaños  obedientes. Esos que pretenden que seamos como inocentes corderillos en una pradera infectada de lobos asesinos. Esos que nos quieren expectantes ante sus indecisos pasos, o pasos en falso. Asuman con prudencia de retirarse aquellos que se sepan rebasados por la realidad. Los que no han tenido la lealtad, ante sus confusiones o atemorizadas claudicaciones, deben dar más bien el paso a un lado, y permitir desobstaculizar el avance de la rebelión del pueblo. 

La huida, en éxodo masivo de conciudadanos hacia diversos países y continentes, en una suerte de “sálvese quien pueda”, permite comprobar el talante típico de los comunistas ante las crisis finales: culpar a un enemigo externo del desastre de más de 300.000 enfermos crónicos con severas carencias de tratamiento o totalmente sin él. Cerca de 90.000 enfermos con VIH, desasistidos. Enfermos renales, hipertensos o cardiopáticos, más los que tienen la condición de epilépticos convulsionando, todos están haciendo estragos por el resultado de la ineptitud, la negligencia y el ladronismo traicionero del régimen y sus celestinas. 

No nos engañemos, siempre habrá quienes desde su experticia de manipuladores de oficio, que han utilizado, y seguirán utilizando, seguirán pensando primero en sus mediocres parcelas de poder, y actuando primero en beneficio propio, y luego que algo quede para sus clientelas. Viajarán a contactar a los pocos cómplices internacionales que tienen en número, pero que son de cuidado, para actuar certeramente al financiar procesos de desestabilización como el de España, por ejemplo, con Podemos a su lado. También habrá seudoacadémicos que se seguirán prestando a disfrazar y distraer la urgencia de las medidas definitivas de intervención humanitaria requerida para socorrer a nuestro heroico pueblo hambreado y moribundo. Tenemos que detener la pretensión de afianzamiento permanente del totalitarismo en Venezuela y sus aliados internacionales: el narcotráfico y el terrorismo islámico. Ellos intentarán reexpandirla en el primer momento donde les sea posible.

¡Cuidado con algunos desplazados al extranjero! No todos actúan para buscar refrescar ideas y consultar nuevas experiencias, sino pretenden repetir viejos modelos de gestión política y de estalinismo partidistas o grupales. Muchos de los que salen también han robado y ahora se hacen los sufridos y patriotas. Cuidado con muchos de los que nos llevaron al fracaso en Venezuela con la prolongación por casi ya 20 años del actual régimen castrocomunista. No les dejemos la dirección de nuestro movimiento ciudadano, pues volverían a fracasar si no aprenden y rectifican en profundidad antes. Si pretenden mantener el control sobre los nuevos desarrollos humanos que, desde estos países, los ciudadanos independientes vamos logrando, gracias a la libertad personal, a nuestro esfuerzo, y al de nuestras familias directas que han logrado escapar del chantaje y la coacción del régimen totalitario. Gracias también al apoyo desde los países donde nos han recibido. Gracias a quienes comparten nuestro anhelo de libertad y democracia en América Latina y el Caribe junto a Norteamérica y Europa, especialmente. 

La liberación del cáncer castrocomunista del seno de nuestra amada patria venezolana solo se logrará gracias a la rectificación y superación de los viejos modelos y vicios de la democracia que perdimos. La activación de una continua y legítima educación de la diáspora para la lucha con conocimiento, responsabilidad y amor con desprendimiento por Venezuela, alejada de complejos y glorias personales. Esa es la tarea permanente que nos convoca a realizar conjuntamente nuestro amor por Venezuela. Desde la Cátedra Internacional por la Libertad Francisco de Miranda, los llamo a todos, jóvenes de edad y espíritu, a liberar a Venezuela. Actuemos, desde adentro y desde afuera del territorio. ¡Muera la tiranía, viva la libertad!  (Miranda: 28/03/1750-14/07/1816).

[email protected]


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!