¡Último día del año! Diciembre 31/2018. Escasas horas nos separan del inicio del nuevo año 2019; en días que, seguramente, serán históricos para el devenir de la patria.
“Venezuela tierra de gracia” la consideraron los primeros navegantes como Colón y Alonso de Ojeda. Después de dejar de ser colonia y obtener su independencia a alto precio de la guerra, tantos otros la vieron convertida temporalmente en lugar para la rapiña, la aventura, y el enriquecimiento ilícito. Recuerdos que nos retrotraen a tiempos de piratas, corsarios y filibusteros.
Hoy, a solo dos siglos del recuerdo de Angostura (15 de febrero de 1819) la vemos vejada, saqueada y convertida, como nunca, en cueva de ladrones, proxenetas y matones de poca monta. La utilización de la historia para disfrazar a malandros que han degrado el uniforme de oficiales superiores de un alto mando militar, de lo que fue una vez ejército de libertadores.
Con espíritu sereno advierto que en las próximas horas no estará permitido el uso estrafalario de supuestos conocimientos eruditos, o proclamas de improvisados y seudovalientes ignorantes para asumir reglas o manipular normas que pretendan sustentar la traición y el continuismo.
El uso de cualesquier recurso en contra de la elección de la nueva directiva de la legítima Asamblea Nacional de Venezuela será considerado traición a la patria. Ya los acuerdos que fueron establecidos para respetar lo que emanó de la soberanía popular están escritos como compromiso de lealtad con Venezuela.
El respeto al Tribunal Supremo de Justicia legítimo, a su directiva democráticamente escogida por los propios magistrados, y que hubo de exiliarse tácticamente debido a la persecución de los matones del régimen criminal, debe apoyarse sin reservas en estas horas de clave desarrollo de los acontecimientos. Todo aquel que crea que puede, graciosamente plantear en estos vitales momentos emboscadas o agresiones hacia el Tribunal Supremo de Justicia, desde adentro o desde fuera del mismo, y ser visto como individuo correcto, en medio de las cruciales circunstancias que ha comenzado a vivir la nación, debe contar con la respuesta dura e inalterable de ser reconocido como traidor a la causa de la libertad de Venezuela. Ya, por los medios y procedimientos a que hubiera lugar, a cada uno se le dará el tratamiento que merece. Todos debemos apoyar “el bien inestimable de la unión”, como prescribió nuestro Libertador Bolívar en su última proclama antes de fallecer físicamente como ¡gigante inmortal!
Cualquier intento de conspiración contra la formación del vital del gobierno de unión nacional que habrá de nacer, a partir del mismo término del mandato 2013-2019 que secuestró el usurpador con el robo de las elecciones de 2013, debe ser considerado como enemigo de la patria. Ello podría “aislarnos” definitivamente del apoyo mundial. ¡El futuro es ya! ¡Y está en juego! ¡Están llegando días del reinicio de la lucha, ahora definitiva, prolongada, e impostergable por la libertad de Venezuela!
La principal fortaleza de los que “por ahora” hemos estado en la retaguardia durante este último año y medio, en el exilio, y a diferencia de nuestros compatriotas que han estado frente a la criminal dictadura, día a día, nosotros hemos podido trabajar desde otras condiciones tácticamente que nos han permitido determinados desarrollos.
Algunos habrán creído que por ello habíamos perdido sentido de las urgencias; por no haberlas sufrido en carne propia. Les decimos con humildad que muchos en el exilio sí la han o hemos sufrido. De distintas formas, maneras o dolores, es cierto, pero al final todos por nuestra causa leal a la patria venezolana.
Lo que sí es cierto es que para todos está muy claro ya, y de ello existe total conciencia más que nunca antes, en que este es el momento más importante y definitivo para ¡desalojar del poder a la mafia criminal que secuestra a Venezuela!
No podemos parar el tiempo, porque nuestra inacción tendría consecuencias de continusimo de la dictadura por un tiempo que acarrearía no solo mayor daño de los que terriblemente ha causado, sino daños muchos irreparables o irreversibles.
Bajo la sombra del acostumbramiento a la supervivencia por dádivas vergonzosas y/o a la emigración continua, como escape de nuestros conciudadanos, ¡es sin duda este el momento de actuar!
Hay que entender que no es financiando procesos de abandono del territorio venezolano lo que hay que asumir, sino que debe darse apoyo con los recursos internacionales al reconocimiento y respaldo al gobierno de unión nacional que tiene que nombrarse, para que surja la solución de fondo al drama venezolano.
Es momento de honrar el ferviente deseo de millones de madres y padres que, como en Cuba, Nicaragua y Venezuela, no desean seguir naufragando y contando décadas bajo regímenes de opresión. Es tiempo de asumir nuestra identidad de ejército libertador y pueblo libertario. ¡Vamos, oficiales dignos que expresaron claramente su oposición a la farsa de elección de una asamblea nacional constituyente! Vamos a luchar con y por nuestro pueblo venezolano. ¡Conformemos ya el gobierno de unión nacional de Venezuela! ¡Muera la tiranía, viva la libertad!