Existen ciertos aspectos que definen la esencia de las organizaciones y determinan la naturaleza del modelo a seguir por sus integrantes. Estas pautas son los valores presentes en su cultura, los cuales están muy ligados al logro de sus objetivos y constituyen atributos muy apreciados.

Sin duda, su relevancia implica que deben estar bien establecidos e identificados para guiar los resultados esperados, de manera que funcionen como un criterio unificado. De esta forma, actúan como agentes motivadores dando al personal la oportunidad de sentir que son tratados como seres humanos y no solo como trabajadores, donde cada miembro pueda desarrollar su potencial y aportarlo a las metas de la organización.

Estos principios se establecen de manera natural y comprenden gran parte de su filosofía organizacional. Pueden considerarse los de tipo personal, como aquellos que son una prioridad para los individuos. Así también existen los de tipo éticos o morales, cuando constituyen un fin beneficioso para toda la sociedad considerando sus aspiraciones, a través de una conducta necesaria con respecto al entorno. Algunos valores presentes en una cultura interna favorable y que deben prevalecer en todas las acciones de sus miembros, para que su vez incidan en el público externo, son: solidaridad, honestidad, verdad, respeto, igualdad, sociabilidad, responsabilidad social, interés, lealtad, moral, confianza, colaboración, compromiso, productividad, entre otros.

Es importante destacar que estos valores son fomentados por la suma de distintos aspectos acumulados en el tiempo, como, por ejemplo, las creencias de los fundadores basados en las ideas que los originó, los lineamientos y la ideología de la dirección existente, la ética de los empleados, la óptica de los asesores, las normativas presentes, los valores sociales, la dinámica del mercado, por mencionar algunos.

Los valores son entonces esos aspectos primordiales que establecen patrones a seguir para consolidar esa filosofía favorable necesaria para el logro de sus objetivos, los cuales influyen en sus miembros cumpliendo un efecto motivador y que dan como resultado una cultura organizacional positiva.


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