Varios teóricos definen la palabra cómplice como persona que colabora en un hecho ilegal sin ser el protagonista principal: fue cómplice del robo con su silencio. De tal manera que tenemos una sociedad que, en cierta parte, ha colaborado con el avance este sistema socialista. Tocaré una serie de puntos que me parece importante mencionar y la razón por la que decidí titular este artículo “La sociedad de cómplices”.

En primer lugar, tenemos un gremio artístico donde se incluyen los denominados “influencers” que usan estas redes sociales para promover charlas donde dicen a los ciudadanos cómo vivir en crisis, es decir, cómo adaptarse al comunismo. Ya que tocamos la palabra “crisis”, es otro punto importante para tocarlo en este artículo; hablar de crisis es banalizar lo que vivimos los venezolanos. La crisis hoy es mundial, y no por ello los países que padecen de este trance están muriendo de hambre o son reprimidos de manera feroz. Lo que vivimos los venezolanos es una catástrofe humanitaria provocada por unas personas perversas con una ideología que ha asesinado a más de 100 millones de personas en el mundo y continúan asesinando inocentes: comunismo.

Llamar a una tiranía “gobierno” es un acto de reconocimiento al opresor que ostenta el poder manera ilegítima. Otro acto de complicidad es acudir a falsos procesos electorales, teniendo en cuenta la larga historia de fraudes que hemos vivido en Venezuela; pero haciendo caso omiso participan y con ello reconocen y legitiman el sistema que hoy secuestró el poder. Debemos mencionar que otro punto de complicidad es el discurso que posicionó en su momento la supuesta “oposición”, donde aseguran que el chavismo es una cosa totalmente distinta al “madurismo”, cuando realmente sabemos que Maduro sigue al pie de la letra el legado de sumisión y comunismo que se diseñó para Venezuela con Chávez a la cabeza.

También debemos mencionar que en los últimos meses se ha dicho que en Venezuela existe un chavismo originario haciendo referencia a que aquellos que hoy se encuentran en el poder son los perversos y que están alejados del proyecto que diseñó el ya fallecido Chávez. Otra mentira, y recordemos que las políticas de control, expropiación se iniciaron desde el comienzo del socialismo del siglo XXI. Si hay unos responsables de la catástrofe que hoy vivimos en Venezuela son precisamente ellos, los golpistas de 1992, los autores de la destrucción en nuestro país.

Hablar de chavismo democrático es otra forma de limpiar la imagen de un sistema profundamente comunista contrario a la libertad del individuo. Son tan democráticos que en sus inicios expropiaron cientos de emisoras de radios, periódicos y canales de televisión. A los venezolanos nos hace falta un poco más de criterio para poder rebelarnos contra las cadenas de la manipulación de una izquierda que ha convertido en una sociedad cómplices de sus nefastos delirios por sostener un sistema que no funciona y que ha fracasado alrededor del mundo. Una sociedad de cómplice es lo que debemos romper cada ciudadano para avanzar hacia la libertad.


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