Salario “mínimo” integral:

En primer lugar se hace mención a la anterior situación plasmada en la Gaceta Oficial Extraordinaria N° 6383 del 20-06-2018, cuando el salario mínimo (SM) se ubicaba en los 3.000.000 bolívares fuertes (BsF) y el bono de alimentación (BA) en 2.196.000 Bs. F (al mes), es decir, 57,7% y el 42,3% respectivamente. Pero en la actualidad en concordancia con la Gaceta Oficial Extraordinaria N° 3601 del 31-08-2018, entra a regir a partir del 01-09-2018 un nuevo nivel para el salario mínimo de 1.800 bolívares soberanos (BsS) o su equivalente de 180.000.000 BsF; lo que representa un incremento de 60 veces (o 5.900%) en relación con el anterior. Al respecto se presentan 6 acotaciones:

i) Para el salario “mínimo” integral (SM + BA) anterior de 5.196.000 BsF, el complemento por bono de alimentación representaba 42,3%.

ii) Si se hubiese respetado de forma consistente la misma proporción o porcentaje de 42,3%, el bono de alimentación relacionado con el nuevo salario mínimo tendría que haberse ubicado en los 131.760.000 BsF o 1.317,60 BsS.

iii) De acuerdo con las condiciones anteriores el salario “mínimo” integral alcanzaría los 311.760.000 BsF o 3.317 BsS. Es decir, un valor que mejor se aproxima en este momento al ritmo de la tasa de inflación que supera con creces 40.000% para el año 2018. (Hacer “click” aquí https://bit.ly/2oJbhHC).

iv) Aunque todavía se sigue por debajo del “salario mínimo vital” (artículo 91 de la carta magna), en la actualidad se intenta “indexar” el salario mínimo y las demás estructuras salariales que se derivan de acuerdo con el índice de inflación, pero sin conocer oficial y expresamente el valor de la misma. Resulta pertinente recordar que la modalidad que ha empleado el Ejecutivo nacional para “ajustar” algunas variables económicas al ritmo “oficial” de la inflación (pero ocultándola al mismo tiempo), es a través del “artificio” de aplicar múltiplos de la variable económica pero sin aumentar el valor nominal de la misma. Por ejemplo, el valor del bono de alimentación que depende de la unidad tributaria, la administración gubernamental ha optado en los últimos tiempos por utilizar múltiplos de la misma para ajustarlo al nivel de la inflación.

v) Valga la ilustración siguiente: una habitación matrimonial estándar en un hotel referente del turismo del estado Mérida, tenía un precio de 250.000 BsF para diciembre de 2017. No obstante en la actualidad su valor asciende a los 500 BsS o 50.000.000 BsF. Es decir, ha experimentado un “explosivo” incremento de 200 veces su valor en los meses transcurridos. Entonces es errado aseverar que los aumentos salariales han sido factor fundamental de inflación en Venezuela durante este año en curso.

vi) Finalmente el 24-10-2017 se reseñaba “que el salario mínimo o sueldo socialmente necesario para vivir dignamente, desde hace más de 8 años está en una desesperada carrera por alcanzar la inflación, que, a propósito, nunca será posible equilibrarla mientras que se continué con la aplicación de políticas económicas improvisadas, desacertadas, insensatas y contradictorias, tales como los controles de precios y la indisciplina fiscal (entre otras), intensificando la crisis multidimensional, que se deja sentir, por ejemplo, en el desabastecimiento creciente, la persistencia de la economía de puerto y la progresiva dolarización de los precios de venta de la economía (mas no en los sueldos y salarios)”.

Implicaciones de la restricción del dinero en efectivo:

Supuesto 1: Si el sistema económico venezolano solo dispusiera de 100 bolívares soberanos (BsS) para adquirir exclusivamente 5 unidades de cualquier producto X (harina de maíz por ejemplo), su precio de venta sería de 20 BsS (100 ÷ 5); pero si existe un aumento de 200 BsS que circulan en la economía sin incrementar a su vez la cantidad de X (harina de maíz), el precio unitario que deben pagar los consumidores ahora sería de 40 BsS (200 ÷ 5). Implicación 1: una mayor cantidad de dinero circulante a “disposición de la población” frente a una oferta limitada o reducida de bienes y servicios determina un mayor nivel general de precios: inflación.

Supuesto 2: Una institución financiera dispone al iniciar un día bancario de 100 BsS en efectivo, el cual solo asigna a 3 clientes un monto de 10 BsS a cada uno de ellos. Implicación 2: los 100 BsS con que se cuentan, o mejor dicho cada uno de los 10 BsS en efectivo se pueden transformar perfectamente en 60 BsS para conformar un gran total de 160 BsS (100 en efectivo + 60 virtuales o digitales). Téngase en cuenta, por ejemplo, que en estos momentos un cartón de huevos en algunas localidades cercanas a Colombia por el estado Táchira, es posible comprarlo por 50 BsS, lo que podría referenciar que aproximadamente el precio del dinero en efectivo está en el orden de 3 a 1: por 10 soberanos en efectivo se pagan 30 soberanos pero por transferencia.

Supuesto 3: Para ilustrar y simplificar el análisis, el tipo de cambio de BsS por 1 peso colombiano es el siguiente: i) Efectivo: 5 BsS; ii) Transferencia: 10 BsS. Implicación 3: para este mismo día con la relación cambiaria establecida entre las 2 divisas, de los 100 soberanos disponibles en efectivo, 30 soberanos han servido por un lado para aumentar la base o “liquidez” monetaria en 60 soberanos, lo que determina un monto de 160 soberanos. Consiguientemente, el dinero “invertido” deslealmente en el sistema especulativo del efectivo suma en total 90 soberanos (30 en efectivo + 60 virtual), los que también permiten o pueden permitir la adquisición de hasta 12 pesos colombianos.

Conclusiones:

a) Es brutal y grotesca la forma como la restricción del dinero en efectivo seguirá incrementando el multiplicador monetario y la base monetaria “no oficial”, y por tales razones la continuación de la devaluación e inflación a ritmo exponencial.

b) Nadie duda que se comercializa con el peso colombiano y el dólar estadounidense, pero contradictoria e irónicamente es el “corralito” del signo monetario venezolano y el respectivo monopolio especulativo del efectivo los que motorizan el juego “perverso” que se desarrolla promoviendo e impulsando deliberadamente la devaluación e inflación, sin que los actores institucionales oficiales y privados denuncien y contribuyan a neutralizar efectivamente  dicha distorsión.

c) Si el dinero en efectivo sigue “secuestrado”, con nuevo o viejo cono monetario, las transacciones continuarán engorrosas y asfixiantes para todo el pueblo venezolano.

Precio subsidiado de la gasolina:

Aunque resulte antipático y nada alentador, pero aún con el aumento de precio de la gasolina (que seguirá siendo mucho menor al de Colombia) las colas para surtir de combustible se acrecentaran en tamaño e intensidad, esto debido a que seguirá siendo un negocio muy lucrativo y medio de vida para múltiples actores económicos, sociales y políticos. El hecho que en definitiva no se pueda implementar el subsidio directo al consumo de la gasolina por no disponer de una instrumentación creíble, acordada y aceptada por la mayoría de los consumidores, generará un mayor caos, desorden y anarquía en el mercado nacional de combustible. Las medidas económicas que se están quedando al nivel de “efectistas” y no efectivas se convertirán en mayores sacrificios para la mayoría de la población en beneficio de unos pocos privilegiados.

Para complementar se recapitulan algunas consideraciones previamente presentadas:

Fecha 31-01-2015. El hecho que el precio de la gasolina (como el de varios bienes y servicios) tenga un precio de venta por debajo de su respectivo costo unitario de producción, genera desequilibrios económicos y sociales determinantes. Todos los productos tienen un precio de equilibrio que viene determinado por la coincidencia entre los que lo quieren vender, y los que han decidido comprar. Cada vez que existan productos con sistema de precios diferenciados (subsidiados, regulados y de mercado) y además alejados del precio de equilibrio, o países vecinos con tasas de inflación y de cambio significativamente diferentes, prevalecerán las razones para la especulación y generar distorsiones en cualquier economía

Fecha 30-08-2015. El precio de la gasolina en Venezuela se vende en el mercado interno por debajo de su costo de producción (30 veces menor): el diferencial de precios con respecto a Colombia incentiva el contrabando (más de 100.000 barriles diarios).

Fecha 16-01-2017. De acuerdo con declaraciones por parte de altos funcionarios del gobierno nacional y/o regional, por día se contrabandea cerca de los 3.000.000 de litros de gasolina. Partiendo de la hipótesis de que este mismo volumen de combustible se venderá diariamente formal y oficialmente a un precio de 1.200 pesos colombianos, entonces se proyectan unos ingresos diarios de 3.600.000.000 pesos o de 108.000.000.000 pesos mensuales. Pero si esta cifra se transforma a dólares en Colombia a la tasa de cambio oficial (14-01-2017) de $ 2.935,96, representaría unos 36.785.242,31 dólares por mes, que factiblemente pudieran emplearse para pagar en su totalidad el salario mínimo de los 1.200.000 trabajadores.

Fecha 03-01-2018. Considérese por favor la siguiente ilustración “hipotética”: la semana pasada (con la justificación que no existen alternativas para subsistir dignamente) la suma de Bs 500.000 obtenidos quizás de la venta clandestina de 32 litros de gasolina, era la cantidad mínima que se exigía en algún sitio fronterizo para realizar una transacción de dinero en efectivo con un sobreprecio equivalente a 90%.

Es decir, que con esos Bs 500.000 se podía iniciar el ciclo especulativo con un lucro de Bs 450.000 (500.000 x 1,90 = 900.000 bolívares). Pero esos 500.000 bolívares al tipo de cambio “today” (que también es irreal y fomenta distorsiones al igual que el oficial controlado) pudieron haber generado un monto entre los 25.000 y 40.000 pesos. Y esa cantidad de pesos equivalente en dólares al tipo de cambio oficial en Colombia pudo también haber representado un monto entre los de 8,4 y 13,4 dólares. No obstante, esta divisa igualmente pudo ser equivalente a Bs 897.197,92125 o Bs 1.435.516,7. Es decir, una rentabilidad instantánea (un día a lo sumo) entre 79% y casi 187,1% que se compartieron posiblemente los actores que intervinieron en este juego especulativo.

Ámbito de atención y acción gubernamental e institucional: 

A) La economía de la frontera con sus repercusiones y complicaciones sobre la economía nacional. La génesis del juego «perverso» de la devaluación e inflación. Decisiones integrales, congruentes y sensatas para neutralizar y revertir sus externalidades negativas y daños colaterales.

B) Escenarios de inflación para el año 2018 que muestran y demuestran que el salario mínimo supera los 3.600 BsS. El índice de poder adquisitivo pertinente (IPAP). La «estructura salarial indexada» y la respectiva «cobertura de salud» de acuerdo con la tasa real de inflación.

C) Integra a la universidad y el sector empresarial en perfecta sintonía con la gestión gubernamental, como pilar fundamental para reactivar la economía, pero partiendo de consenso de todos los actores involucrados a favor de una educación de calidad y excelencia.

D) Hacer converger todos los  todos los esfuerzos institucionales para atacar y revertir el verdadero problema de la sociedad que es el referido al “daño moral y destrucción progresivo del sistema de valores”.

E) Practicar constantemente un verbo-acción coherente, consistente y pertinente para ganar y consolidar la “confianza y credibilidad” de la población.

F) Llamar continuamente a la unión y reconciliación; evitando o eliminando en el accionar diario todo factor de división tales como la amenaza, la imposición, la discriminación, el discurso pendenciero…

Algunas consideraciones adicionales:

a) ¿En qué se diferencia el subsidio recibido a través de: una bolsa de alimentos CLAP (o cual sea su nombre por conveniencia política), al surtir el tanque del carro con gasolina “barata” o al sacar el carnet de la patria con el censo del transporte incluido?

b) De manera mayoritaria, ¿quién puede abastecer en época de desabastecimiento alimentos a precios subsidiados? En economía “ningún almuerzo es gratis”.

c) Por fin se muestra cierta sensatez en hacer lo que debe hacerse en materia económica, pero la rebeldía institucional y ciudadana, motivada básicamente por la falta de confianza y credibilidad en el discurso y accionar del gobierno, ponen en riesgo el éxito de las medidas que deben ser integrales pero, además, de aplicación urgente e inmediata.

d) A las medidas económicas hay que hacerles un seguimiento momento a momento para captar y evaluar su efectivo impacto sobre la economía y la sociedad. Todo no es tecnológico en un país con debilidades evidentes: insuficiente o limitada capacidad instalada alfabetismo tecnológico que no supera 40% de la población total de Venezuela.

e) El hecho de cambiar el porcentaje de salario mínimo y el bono de alimentación ha causado otro golpe a las expectativas favorables hacia el poder adquisitivo de los trabajadores. Pero también la reacción tardía de los gremios y sindicatos en conjunto para adelantarse proactiva y favorablemente ha dejado mucho que desear. Recordar que lo primero que hicieron algunas federaciones que fungen de representantes de los trabajadores venezolanos, consistió en declarar el 21-08-2018 un paro nacional por 24 horas en rechazo a las medidas económicas oficializadas el 17-08-2018: que incluía el aumento tan ansiado del salario mínimo pero lo acusaban de inflacionario (histórica y contradictoria esta postura).

f) Por lo menos tendremos nuestra moral y conciencia tranquila, que insistimos hasta lo último con las proposiciones en materia económica y salarial. Pero todo es muy difícil cuando no se encuentra respaldo en las personas, sectores y grupos afines…

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