A lo largo de la historia se puede observar una significativa diferencia entre los roles que deben cumplir tanto hombres como mujeres, basados en su género. Por esta razón, desde la infancia se ha asumido la imposición de los papeles establecidos, repitiendo patrones que durante siglos han instituido estereotipos que benefician al sexo masculino y discriminan al femenino.
Uno de estos esquemas aceptados por todos es atribuirle al hombre el rol de proveedor y cabeza de familia. A pesar de esto, la mujer ha demostrado que cuando le toca puede sustentar un hogar. Con base en sus actuaciones, aún debe luchar por una participación más igualitaria en el mundo laboral, lo cual, en lo económico, le permitiría aportar de manera más equitativa al sostén de su núcleo familiar.
Anteriormente, el rol de la mujer solose limitaba a las tareas domésticas, a cuidar su casa y a sus hijos. Sin embargo, ellas han tenido la oportunidad de recibir educación y formación para ser más independientes. De allí su impulso y motivación para buscar desde niñas su desarrollo personal y profesional, logrando mayor autonomía y ruptura de los roles tradicionales, predominantes en la sociedad.
En cuanto a los estereotipos y sus características de personalidad, se espera que las mujeres sean complacientes, amorosas, emocionales y sensibles, mientras que los hombres deben ser fuertes, confiados, seguros de sí mismos y agresivos. Por su parte, en cuanto a los rasgos físicos, se espera que la mujer sea delgada y femenina, mientras que, los hombres deben ser fuertes, altos y musculosos.
Por otro lado, la mujer ha logrado un espacio en la vida pública y privada para tomar decisiones propias, como en el caso del control de la natalidad. Así mismo, en cuanto a lo referido al aspecto social, su autoestima, sus necesidades de realización, del desarrollo de habilidades propias, así como su iniciativa, autoconfianza, seguridad, libertad de pensamiento e independencia.
Lo ideal es lograr que dentro de la sociedad se observe al hombre y a la mujer como seres iguales, con los mismos derechos y deberes. De esta manera pueden ambos disponer todo lo referido al cuidado de sus hijos, de su hogar, sobre la forma en que obtendrán los ingresos económicos aportando por partes similares, entre otras decisiones, permitiendo que puedan realizarse de forma igualitaria, tanto a nivel personal como en lo profesional.