Se debe entender la información como un  grupo de datos organizados y procesados para crear un contenido que modifica el conocimiento, pues el pensamiento y la forma de percibir ese asunto en particular cambian debido a esas nuevas referencias que generan una concepción diferente. Cabe destacar que, para lograr su adecuada comprensión, es necesario manejar códigos y lenguaje entendibles para el receptor, así como una disposición de los elementos que facilite su análisis.

Por su parte, el conocimiento proviene del procesamiento de la información,  basado en reglas e interpretaciones,  tomando en cuenta el contexto y las experiencias de las personas. Cuando este es asimilado correctamente permite utilizar esos datos y aprovecharlos de manera adecuada. Ese es el modo a través del cual se obtienen las nociones iniciales necesarias para el individuo,  así como las habilidades básicas para aprender sobre todas las áreas. Así, la mente dispone de un conocimiento  básico y del adquirido.

De esta manera, la información procesada se convierte en conocimiento en sí y a través de su utilización también se genera mayor entendimiento en las personas.  A su vez, todo lo que pueda ser comunicado es información, que al trasmitirse contiene cierto grado de comprensión. Asimismo, se puede establecer que, a pesar de que están muy conectados, estos dos términos no pueden ser considerados sinónimos. El conocimiento está en la mente del individuo y depende de su interpretación, así como de la influencia del contexto exterior. Aunque todos los individuos pueden estar  expuestos por igual al contenido informativo, no todos tienen la capacidad de convertirlo en conocimientos.

Por último, cabe decir que la relación entre estos dos aspectos es muy estrecha, pero no toda la información  se convierte automáticamente en conocimiento. Para que esto suceda debe existir un análisis, con el fin de reconocer los elementos que verdaderamente representan una respuesta que aclaren dudas o interrogantes en algún área del saber. Es por esto que se necesita cierto  discernimiento con ojo crítico, clasificar,  organizar y comparar la información,  para lo que el individuo debe asumir una posición crítica.


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