El año pasado el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés) publicó un estudio cuya conclusión era que “el éxito que han tenido las fakenews no es fruto de la casualidad: [el estudio] comprobó lo que muchos temían: las noticias falsas se divulgan con más rapidez que las verdaderas [con] 70% más probabilidad de ser retuiteadas”.

Lo más relevante de este hallazgo es que la mayor cantidad de bulos se difunde a través de Whatsapp. Esta plataforma de mensajería es la más usada en el mundo por sus ventajas: es sencilla, muy orientado a lo móvil, rápida y permite compartir texto, imágenes, videos, archivos binarios de otros tipo (.zip por ejemplo), así como notas de voz. Ofrece una ventaja adicional: la información que se recibe y envía está encriptada, lo cual hace muy difícil de interceptar y robar.

Por mi trabajo en Verifikado necesito fuentes de noticias falsas y nada me las ofrece con tanta abundancia y variedad como los grupos de Whatsapp. Por eso me he registrado en decenas (pero sabiendo a qué me atengo, por supuesto) y no me han decepcionado: me inundan de bulos, rumores no confirmados y fakenews más allá de mis expectativas.

Hacia mejores prácticas

Voy a permitirme dar unas sugerencias a quienes envían mensajes y cadenas porWhatsapp (y por extensión otras app de mensajería), a ver si bajamos la cantidad y frecuencia de desinformación. Y aclaro que no me importa que me incluyan en sus grupos, porque soy estudioso de la teoría del caos.

→ Ejerzan un poco, hasta donde sea posible, de criterio editorial. No reenvíen cada cada cosa que les llegue. Separen el trigo de la paja. Ya verán que reducen el volumen de publicación en al menos 70%.

→ Si no van a filtrar lo que carece por entero de verificación, por lo menos díganlo. A uno de los grupos más agresivos en la difusión de fakenews le dejé este mensaje, como experimento: “Esto me llegó, afirma que Maduro se fue con medio PSUV en un cohete Soyuz a una isla artificial en Corea del Norte. No sé, lo envía un recogelatas que duerme cerca de donde vive un cabo tercero de la PNB pero, quizá, probablemente, a lo mejor… puede ser falso…”. Al rato lo vi rebotado en dos o tres grupos. ¡Aunque usted no lo crea!

Y ese es el día a día en las redes. Las razones para distribuir algo sin verificarlo son las más insólitas: “Así me llegó”, “Lo encontré en Whatsapp (Facebook, Twitter, etc)”, “Me lo envía el primo de un sobrino del amigo del cuñado de…”, “Esto lo escuché en el automercado…”, “Lo publicaron en [cualquier-cosa-que-termine-en] VEN”.

Por ejemplo, la administradora de un grupo publica una información de 2016 como si fuera de la semana en curso. Se lo digo en mensaje privado y me contesta, con la simpatía venezolana, como si hiciéramos un pacto: “Dejémoslo así… porque ayuda a la causa”. Hmmm, a los pocos minutos fue desmentida por otro y en público.

→ Vale decir que otras fuentes no intencionadas de noticias falsas son los sitios satíricos como El Chigüire Bipolar, cuya magnífica imitación de noticias e incluso de primeras páginas de periódicos son objetos virales que miles de usuarios toman como ciertos. No es culpa del Chigüire, sino de quien le da retuit.

→ Un poco de consistencia ayuda. Recibir un sesudo análisis de Barclays Research, después una estampita de la Virgen de la Consolación de Táriba y luego el video un chavista con dificultades para pronunciar las palabras en su propio idioma… cómo les digo, no muestra una línea coherente. Elijan un perfil: noticias/opinión; audios, chistes, pero denle un chance a la consistencia (y a la paz).

→ Los audios del “Servicio de Información Pública” son una maravilla, los de “Te Cuento News” también, gente seria… pero ya sabemos que los clips anónimos, grabados por un tipo nervioso y susurrante, en un supuesto sótano, mientras arriba salen los tanques a demoler Miraflores… no. Escúchenlos primero y adviertan de qué tratan y que no están confirmados. Cronos, el dios del tiempo, os bendecirán.

Por ejemplo, el 9 de enero un conocido tuitero –famoso por sus noticias no confirmadas– publicó: “Me informan que en los cuarteles de Carabobo y en otros batallones del interior están en pleno proceso de rebelión. Obligan a Padrino López que salga en cadena nacional pidiendo la renuncia a Nicolás Maduro. El Alto Mando Militar saca familiares hacia el exterior.”

No hubo un solo movimiento relevante en los cuarteles, ninguna declaración oficial, ni vocero creíble que asomara tal inminente ruptura militar con la cúpula chavista. ¿Hubo un desmentido por esto? Por supuesto que no.La recomendación es la misma: averiguar primero, publicar después. Pero las redes sociales, por el hecho de tener grandes audiencias y alta capacidad viral, propician una ansiedad por “dar el tubazo”.

→ Mandar un reporte de muertos y heridos por represión, e inmediatamente un chiste de Jaimito indica que el administrador o dueño de la cuenta o no tomó en serio la gravedad del primer reporte o simplemente no le presta atención.

→ No, un escrito en el que Lorenzo Mendoza dice que hay que “salir de este p…o” no es de él. Ni de Moisés Naím aquel en el que se afirma que “los del PSUV terminarán como Hussein y Mussolini”. Por favor, busquen ya mismo en el diccionario la palabra “apócrifo”. Y no, no es una criatura de Harry Potter.

→ Cierro recomendando que si ven en otro foro o grupo que un artículo, noticia, audio o declaración es falsa o apócrifa y la han distribuido como veraz, por favor díganlo en su respectivo grupo y en otros, de ser posible.

Estaré pendiente desde mi Whatsapp…


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