Pareciera que a Tibisay en lugar de pilas le pusieron un par de turbinas. La ministra de votaciones de la dictadura anda a millón y soltando más “sí” que perrito de camionetica a cuanta farsa electoral se les ocurre a sus patrones. Votaciones presidenciales: sí; votaciones para diputados: sí; votaciones para consejos legislativos: sí; votaciones para el condominio: sí. Es que si los carnavales 2019 no se ponen las pilas los adelantan también para abril, cosa que no nos vendría mal, así votamos de una vez la reina de carnaval y el rey Momo.

Como si la hubiesen sacado de una de la saga Rápido y furioso, la señora del CNE anda a millón y en furia, quien sabe por qué, quizás es porque no hay real para más bonos, quizás es porque tiene que ir a comprar petros. Nadie se explica tanta eficiencia.

Hasta cuesta  creer que estamos frente a la misma Tibisay que en 2016 funcionaba con el reloj de arena cuando una gran mayoría del país se movilizaba por un referéndum revocatorio. Con una minuciosidad inglesa la señora Lucena nos hablaba del tiempo y los lapsos que debían ser respetados, porque según ella lo contrario era “favorecer a una opción política”.

Ahora no es que favorece, lo único que le falta es que la nombren jefa de campaña. Esta vez tenemos que decir que no solo atropelló los lapsos de una elección normal, sino que también la Constitución y la aspiración  de millones de venezolanos que todavía apostaban a una salida electoral y constitucional a su drama diario. Habrá que esperar hasta cuándo pueblo y dirigentes están dispuestos a esperar no solo para unirse, sino para redefinir métodos de lucha que nos permitan la verdadera liberación y no la eterna sumisión.

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@Brianfincheltub


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