Las protestas de los trabajadores y los usuarios de los sistemas: médicos, enfermeras, empleados y pacientes de la salud por carencias de medicinas, porque no les aumentan los sueldos, sin doblegarse frente a las amenazas del régimen, han sacudido al país. Lo han sacado del período de insensibilidad en el que estuvo sumido por largos meses, poniendo de relieve una cuestión primordial: el instinto de rebeldía inherente a la condición humana no exime al pueblo venezolano, invariablemente partidario de la libertad, como consta en la memoria universal.

El régimen de Nicolás Maduro ha echado mano a todas las artimañas, a todos los instrumentos de chantaje para destruir a sus opositores. Descalifica liderazgos denigrándolos o, en otros casos, desapareciéndolos del escenario nacional. Silencian y atacan a la prensa para evitar la difusión del pensamiento disidente y del conocimiento, que para las dictaduras siempre han sido un estorbo. Han vendido el odio. Al pueblo aterrorizado por los crímenes políticos, totalmente empobrecido, lo utiliza y lo domina repartiéndole algunas migajas.

Retomando lo que decía arriba, los trabajadores del sector salud pareciera que sacaron del estado de desvanecimiento a nuestros compatriotas. Luego de su accionar, de una semana para acá comienza a observarse, coincidencialmente o no, una serie de hechos que nos pudieran conducir a una salida definitiva del régimen que atraviesa sus peores momentos, aunque unos no lo perciban de esa manera.

Continuamos con varias muestras que pueden ilustrarnos sobre las razones que nos llevan a estas conclusiones: la reaparición de Henrique Capriles con un discurso unitario, optimista, llamando a la lucha luego de más de tres meses desaparecido. La exitosa gira el sábado pasado de María Corina Machado, Andrés Velásquez, Lilian Tintori y el ex alcalde Alfredo Ramos por los estados Yaracuy y Lara es un paso adelante en el encuentro de las dispersas fuerzas de oposición. Asimismo, el llamado a huelga o paro nacional para el día 20 de agosto en protesta por el desbarajuste que impera en todo nuestro territorio. Los rumores de gran malestar cuarteles adentro de la FAN. Las espontáneas protestas de la sociedad civil que se cuentan en más de sesenta por día. Por cierto, en Villa del Rosario del estado Zulia destruyeron un busto de Hugo Chávez y el gobierno como si no fuera con él. También, las insistentes denuncias de corrupción de miles de millones de dólares que involucran a familiares y al propio Nicolás Maduro, es un indudable ensamble entre los adversarios nacionales y los países de la comunidad internacional. Qué más decir, bueno, que hasta las redes de comunicación social, que igualmente estaban enmudecidas, hoy trepidan con mucha energía. El gobierno, además, se quedó sin dólares y, óigase bien, sin gasolina. La inflación con el fulano cono monetario tocará o sobrepasará 1.000.000.00% de inflación anual pronosticado por el FMI.

Para cerrar, vale la pena subrayar las hondas diferencias dentro del PSUV y funcionarios del gobierno que por mucho tiempo se mantuvieron ocultas. Freddy Bernal, por ejemplo, dijo: “…me da hasta vergüenza. Hemos perdido incluso gobernabilidad y somos responsables de ello, no es responsable la cuarta república, no. No es responsable Carlos Andrés Pérez, no; somos responsables nosotros porque tenemos 19 años en revolución y somos responsables de lo bueno y de lo malo de este país”. A confesión de parte…

[email protected]


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!