Así como la economía venezolana se encuentra en una indetenible devaluación bajo un socialismo mal administrado, la aviación del país se halla en un estado totalmente menguado y deteriorado. Mientras que bajo una administración capitalista como la de Estados Unidos, el mercado muestra signos de aceleración.

Empoderada por el gobierno de Trump, con estímulos al consumo, con recortes de impuestos federales y la reacción de ganancias en el mercado de valores por su consigna de “America First”, así mismo la aviación estadounidense, cuya demanda es conducida por la actividad económica, muestra claros signos de crecimiento a largo plazo.

El negocio aeronáutico comercial está capitalizado por grandes empresas, principalmente Boeing en Estados Unidos y Airbus en Europa, pero también una mediana empresa brasileña está dando una dura batalla: Embraer. Sin importar con quien negocies, todas las transacciones aeronáuticas se realizan en monedas duras como el dólar y el euro.

Nosotros ni siquiera por buscar la ayuda de un aliado como ha sido Brasil hemos volteado a ver a Embraer, salvo unas pocas aeronaves compradas por Conviasa, como para poder tener una línea comercial moderna que permita cubrir nuestras rutas nacionales y al menos un par de rutas internacionales rentables.

Salvo raras excepciones como Avior o el caso de Laser, que tienden a mantener las rutas usando en muchos casos equipos charter, manejadas con criterios de bajo costo y óptimo rendimiento, con la posibilidad de ingresos por pagos directo en dólares, muchas otras aerolíneas han cesado operaciones. Entre estas Santa Barbara, en junio de este año, e igualmente Aserca, así como muchas otras que tienden a desaparecer o sobreviven a duras penas.

En el caso de aerolíneas extranjeras, la falta de reconocimiento de las deudas viejas de boletería a dólar preferencial ha hecho que líneas como American Airlines hayan reducido sus destinos de 3 a solo 1, y otras se hayan retirado completamente como United Airlines, Delta y Avianca en 2017; la alemana Lufthansa, que pareciera que vuelve, y la estadounidense Dynamic en 2016; y Air Canadá, Aeroméxico, Alitalia, Lan, Tam, Tiara y Gol entre los años 2014 y 2015.

Solo algunas viejas como Lufthansa o nuevas aerolíneas extranjeras, como la española Plus Ultra que comenzó en mayo con un vuelo entre Caracas, Islas Canarias y Madrid, así como la línea Estelar, cuyos pagos deben ser hechos mayoritariamente con tarjetas de crédito internacionales o con buenos contactos con el alto gobierno que les permiten firmar convenios para la obtención de combustibles a menores precios, se atreven a emprender esta aventura, pues saben bien que hay un mercado cautivo de europeos que viajan con frecuencia en esa ruta. De resto la aviación comercial de bandera venezolana está destinada a desaparecer.

Para tomar solo unas pocas estadísticas de ejemplo, la FAA* estima que entre 2017 y 2038 las aerolíneas de Estados Unidos crecerán en 1,9%  anual, el número de jets en las principales líneas de transporte crecerá de 4.155 a 5.101, con un promedio de 45 aeronaves nuevas al año, en un continuado crecimiento y renovación de flota. El número de asientos por aeronave crecerá, especialmente en el mercado regional, donde el jet de 50 pasajeros será remplazado por el de 70 a 90 asientos promedio.

Hasta el mercado y necesidad de pilotos de drones en Estados Unidos crecerá para los próximos 20 años, pues requerirán la formación de 300.000 nuevos pilotos remotos. Un hobby o negocio que en Venezuela se considera asociado al golpismo.

El concepto socialista de querer controlar los precios y congelar las tarifas en el tiempo, la falta de suministro oportuno de divisas para equipos y repuestos, la no cancelación de divisas hechas bajo facturación a dólar controlado o la pueril idea de que podemos aislarnos del dólar para poder manejar estos negocios, usando el petro, están llevando a la industria de aviación comercial a una lenta y larga agonía del que solo saldrán bien librados los más aptos o más favorecidos.

Solo con la libre empresa en abierta competencia y un Estado que garantice la obtención de divisas, la seguridad y el cumplimiento de las leyes, se puede obtener un crecimiento sostenido de una industria globalizada y competitiva como la aviación.

Capt. Enrique Vélez

TLA INAC # 4768367

ATP FAA # 2452840


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