Lidiar con las consecuencias financieras que está implicando la paralización del avión comercial Boeing 737 Max 8 después de que la Administración Federal de Aviación (FAA) ordenó a las aerolíneas, el 13 de marzo, dejar en tierra todos los aviones de ese modelo debido a los accidentes de Lion Air en los que fallecieron 189 personas y posteriormente Etiopía Airlines, en el que murieron otras 157personas, no ha sido fácil.

Esto tiene a las dos importantes aerolíneas de Estados Unidos, Southwest y American Airlines, que poseen flotas de 24 y 34 aviones Boeing 737 Max 8 respectivamente, ajustando sus proyecciones financieras y advirtiendo en sus informes a los accionistas de las posibles pérdidas de ingresos estimadas debido a la crisis.

Southwest y American han tenido que cancelar, con antelación, todos los vuelos que involucran el Boeing 737 Max 8 hasta la primera quincena de agosto. Las cancelaciones ya hancomplicado los planes de viajes vacacionales de verano para miles de pasajeros, y esto se prevé costará a las aerolíneas cientos de millones de dólares en reacomodaciones.

Solo Southwest tuvo que suspender 2.800 vuelos programados en el primer trimestre del año. Esto,sumado a otros problemas causados por la reprogramación de conexiones, el mantenimiento no programado y las interrupciones climáticas, estiman la pérdida de 150 millones de dólares en ingresos. Además de los problemas que están generando el estacionamiento y mantenimiento de una flota de aviones nuevos paralizados.

En su informe de ganancias trimestral publicado el jueves 16 de mayo, Southwest reportó ingresos de 5,1 mil millones durante los primeros tres meses de 2019, lo que refleja un aumento del 4,1% en comparación con el mismo período del año anterior.

«A pesar de los efectos continuos de la puesta a tierra del Max, el rendimiento operativo actual de la compañía es sólido».

«La compañía está administrando de manera proactiva las cancelaciones, reduciendo las interrupciones operativas, reacomodando a los clientes y minimizando el impacto de su desempeño en el tiempo», dijo Southwest en una presentación pública.

Por su parte, American Airlines también está viendo turbulencias sobre sus finanzas. Calculó una pérdida de aproximadamente 50 millones de dólares en el primer trimestre del año y estima perder un total de 350 millones de dólares en 2019, suponiendo que la orden de paralización en tierra no se resuelva antes del 19 de agosto.

Las acciones de la aerolínea habían caído 1,3 % hasta la tercera semana del mes de mayo, negociándose a la baja en 48,12 dólares la acción.

Consultado sobre el impacto de una paralización que se extiende más allá de agosto, un ejecutivo de American Airlines dijo que esta podría afectar a la compañía en aproximadamente 180 millones de dólares por otro trimestre completo.

Pero ni Boeing ni la FAA se han comprometido en una línea de tiempo específica para levantar la orden de paralización. La FAA todavía está esperando que Boeing envíe una solución de software planificada y un paquete de capacitación relacionado para su aprobación, algo que las dos organizaciones dijeron inicialmente que vendría «a más tardar en abril».

 La sincronización del regreso de la flota alínea de vuelo podría retrasarse unos meses más, si los sindicatos de pilotos o los reguladores globales persuaden a las aerolíneas para que sea requerida una capacitación completa en simuladores con el nuevo software.

Ambas aerolíneas están trabajando estrechamente con sus sindicatos de pilotos en pro de la seguridad y de su capacitación,»Nuestros pilotos no solo participarán, sino que serán críticos para este proceso», indicó el presidente ejecutivo del grupo de American Airlines, Doug Parker. «Nos aseguraremos de que, en el momento en que se considere que el avión esté en condiciones de volar, nuestros pilotos tengan un papel de liderazgo y poder garantizar que estén conformes».

En un correo electrónico a la Agencia France Press, Boeing admitió que «hizo correcciones al software del simulador 737 Max y ha proporcionado información adicional a los operadores para asegurar que la experiencia del simulador sea representativa en diferentes condiciones de vuelo».

Muchos de los operadores entrenaron a sus pilotos para el 737 Max en simuladores construidos para el 737 NG. «Boeing está trabajando estrechamente con los fabricantes de simuladores y los reguladores en estos cambios y mejoras, para garantizar que la capacitación de los pilotos no se vea interrumpida «, subrayó Boeing en su correo electrónico.

Varios operadores, como Icelandair, ya tienen simuladores dedicados para la formación de tripulaciones del Boeing 737 Max. Sin embargo, solo una aerolínea de Norteamérica, Air Canada, se encuentra actualmente en posesión de un simulador específico de 737 Max, ya que este fue especialmente requerido, solo debido a que antes no operaba el Boeing 737 NG.

Toda esta disminución de ingresos aunado con estos nuevos gastos e inversiones en entrenamiento y simuladores, pueden incidir negativamente en los números de las aerolíneas, afectando los resultados y las proyecciones de utilidades esperadas por los accionistas.


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