Desde esta ventana de la distancia estamos llenos de esperanza y optimismo sobre el país que nos viene. Los tres pasos  del presidente Juan Guaidó se han convertido en la agenda de todos; cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres, fundamentales para recuperar la senda de creación de riqueza, y así establecer un nivel de estado del bienestar como merecemos los ciudadanos, sin verse obligados a ser sometidos a la maquinaria del control social de la supuesta revolución, hoy cada día más reconocida por el mundo como una dictadura.

Evidentemente la reconstrucción del país será un proceso que también tiene sus pasos y que tomará  tiempo. Contamos con muchas ventajas para hacerla realidad en un período relativamente corto, tenemos la capacidad, el conocimiento y las ganas de la gente del país, nuestra mejor palanca.

Evidentemente el rol de la industria petrolera será clave en el corto plazo y existe consenso para la transformación del sector. Esta transformación del modelo petrolero, tal como señala el Plan País, tiene un objetivo muy importante, necesario, diría hasta imprescindible, como es la participación de la inversión privada tanto nacional como extranjera. Hay mucha coincidencia, obviamente con matices entre los expertos petroleros; Pdvsa redimensionada, creación de agencia venezolana de hidrocarburos y el papel del Ministerio de Petróleo. A tal efecto, algunas consideraciones sobre el tema:

Ventana de oportunidad

El sector petrolero, luego del cambio estructural del mercado debido a la incorporación de nuevas técnicas de producción, ha permitido la producción de reservas que hasta hace poco no eran recuperables. Por ello hoy por ejemplo la producción de Estados Unidos es cercana a 12 millones de bpd, lo cual modifica el balance de suministro al mercado; además, conjuntamente con Rusia y Arabia Saudita produce 30% de la demanda global de petróleo.

A la par del cambio estructural, el mundo evoluciona aceleradamente hacia la sustitución de combustibles fósiles por energías alternativas, amigables con el ambiente. Resalta la industria automotriz e incluye a las empresas petroleras, que se prepararan para el cambio y las regulaciones nuevas del sector para eliminar los motores de combustión de gasolina y diesel. Al mismo tiempo, muchas de las petroleras están en procesos de transformación en empresas de energía.

En tercer lugar, la calidad de las reservas venezolanas requiere de procesos de mejoramiento para llevar a calidad comercial el petróleo extrapesado, con significativas inversiones para su mejoramiento. Tal como ocurre el mercado en general, las regulaciones sobre la calidad de los productos aumentarán. Los refinadores voltean hacia los productores para ser compensados en el precio, y por ello la competitividad es clave.

Creo que se ha creado un mito con aquello de que “somos el país con las mayores reservas de petróleo del mundo”; debemos ser cuidadosos porque esa ventaja requiere de un esfuerzo técnico, económico y financiero notable para tener acceso comercial al mercado. Lo cierto es que debemos comenzar desde ya para ir hacia ese horizonte energético; la ventana de oportunidad del petróleo se achica como fuente primaria de energía.

En consecuencia, nos toca generar el máximo económicamente factible por la actividad petrolera y con esos recursos prepararnos para las opciones energéticas del país, que son diversas, desde el gas , hasta el protafolio de las renovables.

La investigación y el desarrollo es un hito que también debemos tener activo, tanto para las energías tradicionales, para convertirlas en más limpias, como para ser más eficientes con las nuevas.

Industria petrolera

La coincidencia en este momento alcanza un máximo en cuanto a la participación privada dentro del sector petrolero, por la necesidad de recursos financieros para acelerar la producción de las reservas y así dar seguridad para satisfacer los mercados. 

En el cortísimo plazo, la actividad seguirá concentrada en Pdvsa, donde una tarea primordial es preservar Citgo como activo para la recuperación económica; los pasos dados hasta ahora con el nombramiento de la junta directiva van en el camino correcto. También, los actuales participantes en las asociaciones son necesarios en esta fase. Una acción prevista por el equipo del presidente Guaidó, con el fin de estimular el aumento de la producción del país, se refiere a la disminución de la participación de Pdvsa en las asociaciones bajo una modificación de la Ley de Hidrocarburos, pasando a ser en todo caso socio minoritario. La transferencia debe pasar por una compensación económica negociada con las empresas, y de esa manera aliviar la deuda con los socios de Pdvsa o tener recursos frescos.

Pdvsa tendrá que iniciar su trabajo para redimensionarse y, tal como es la orientación del Plan País, concentrarse en su negocio medular, así como prepararse para competir con los otros operadores que participarán en el país. La eficiencia, la reducción de costos y la maximización de beneficios serán de nuevo parámetros para medir su gestión.

Agencia Venezolana de Hidrocarburos

En cuanto a la participación de la inversión privada,  la creación de la Agencia Venezolana de Hidrocarburos se convertirá en el centro de la actividad petrolera del país. Un ente que debe ser manejado con criterios estrictamente de negocio y con profesionales del sector que permitan maximizar los beneficios tanto para el país como para los inversionistas nacionales y extranjeros. Estableciendo el marco regulador, las formas de participación con plena seguridad juridica, el nuevo esquema fiscal, el acceso a los pequeños inversionistas y estimulando el tejido empresarial nacional para los servicios que requiera el sector. Un esquema transparente y competitivo para la asignación de actividades en todas las áreas del negocio, con una clara rendición de cuentas sobre su gestión. Indispensable su autosuficiencia financiera, creando un fondo para el manejo de los recursos, y ser un promotor e incentivar la investigación y el desarrollo. Eventualmente, la Agencia Venezolana de Hidrocarburos será la referencia petrolera del país, tal como fue Pdvsa.

Ministerio de Energía

El ministerio está hoy en día muy disminuido en su rol de definir la política petrolera  y energetica del país, papel que se opacó cuando se convirtió en aquel que cobra y se da el vuelto, como decimos en criollo; esa equivocada acción fue fundamental para estructurar y expandir la corrupción, el robo a la nación. Los venezolanos no debemos tener de nuevo un ministro en un doble rol, que solo genera conflicto de intereses.

El ministerio debe mantener entre sus funciones las relaciones internacionales del sector energético, como por ejemplo el papel de la OPEP y la Oladi. Determinar las modificaciones con respecto a  los convenios de suministro tipo Petrocaribe, su objetivo debe ser para el  beneficio de la nación; y no como hasta ahora, un instrumento de política del régimen.

Un reto es el tratamiento para el mercado interno, lo cual requiere definir una política sobre el costo/beneficio (los precios), manteniendo la ventaja competitiva. El sistema actual es insostenible con altos costos para el país, que además merma recursos para la asistencia y seguridad social de todos los ciudadanos.

Debe ser un promotor del uso del gas y de energias alternativas para tener un portafolio diversificado de oferta.

Conclusión

Tenemos la necesidad y la obligación de aprovechar la ventana de oportunidad que el petróleo nos ofrece de manera eficiente, económicamente rentable, para ser la base en el corto plazo de la recuperación económica y al mismo tiempo sentar la bases de una economía diversificada cada vez menos dependiente del petróleo, todo potenciando nuestro conocimiento y capital humano disponible para ponerse a trabajar por el país.

@JFernandeznupa


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!