El ser humano, por naturaleza, necesita construir una visión propia de la realidad, sin tomar como válido o verdadero lo preexistente. Con este fin, recurre al pensamiento crítico que le permite analizar, entender, interpretar y conformar una representación del mundo desde su óptica. Para esto, debe sumar información, sus nociones y sus experiencias, las cuales aprende a descifrar y a organizar, con el propósito de generar una opinión particular.

Esta forma del pensamiento se puede definir como el proceso a través del cual se utilizan el conocimiento, el razonamiento y el nivel de inteligencia de la persona, para encontrar el punto de vista más aceptable y justificado sobre los diferentes tópicos. De esta manera, se adopta una actitud crítica, evitando los prejuicios, tomando en cuenta los distintos argumentos, así como las diferentes fuentes de información, su veracidad, credibilidad y dominio del tema.

A la  vez, exige contar con una mentalidad enfocada para analizar ese tema que se desea entender de la forma más clara posible. Esto es importante, pues su razonamiento ayuda a tomar decisiones y a expandir los conocimientos. Cuando el individuo tiene la capacidad de utilizar su pensamiento crítico, no se adapta pasivamente a la opinión de la sociedad, sino que genera sus ideas individuales con base en argumentos negativos o positivos que le inducen a formular determinaciones propias, considerando lo que es aceptable o no.

Es oportuno aclarar que el pensamiento crítico no representa combatir totalitariamente las ideas de los demás, enfrentarse de manera frontal a la opinión establecida o no estar de acuerdo con nadie. Esta actitud puede llevar simplemente a contrariar a los otros. La postura correcta es ser precavido, acucioso, exigente, humilde y demostrar una mentalidad abierta, para encontrar y aportar los criterios más objetivos.

No hay duda sobre la importancia de esta capacidad que todos los individuos deben desarrollar como parte de sus cualidades, pues lleva a las personas a ser analíticas, a estudiar información sobre algún tema de interés, a ser más curiosas sobre las distintas áreas de la vida. Por otra parte, ayuda a fortalecer la intuición, la creatividad, el razonamiento, la observación para la resolución de los problemas.


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