El municipio Sucre ha sido uno de los bastiones más importantes en la vida democrática, se puede decir que por su diversidad geopolítica es una muestra de lo que es Venezuela.
Cuenta con más de 1.000 barrios, aproximadamente 40 urbanizaciones y un gran parque industrial dividido en sus 5 parroquias. Esta jurisdicción mirandina no escapa de los problemas propios de un país en crisis y necesita un representante amigo que se preocupe por los problemas de la gente.
Merece la pena recordar que Enrique Mendoza D’Ascoli estuvo frente a la batuta de Sucre en dos períodos, y eso porque las leyes del momento no le permitían un tercero. Fue también gobernador del estado Miranda en tres oportunidades y siempre recordado por ser un hombre trabajador que se mantuvo al lado de la gente.
Como petareño, para mí no hay mejor opción para nuestro municipio, pues Enrique Mendoza ha sido el mejor alcalde que hemos tenido desde sus inicios. Así lo demuestran los hechos, siempre recordado como creador de la Policía Municipal de Sucre, idea que se extendió a todas las localidades del país. Su estrategia en seguridad ciudadana era el patrullaje permanente. La actual ordenanza de Ordenación Urbanística también se la debemos a él; el programa de rescate y mantenimiento de las áreas verdes y parques del municipio; operativo de bacheo en todas la calles y con menos recursos que los actuales.
En cada recorrido Mendoza ha sumado voluntades y ha despertado el deseo de participación electoral, siempre recordado por su gestión positiva. No hay rincón en el municipio Sucre que no haya sentido el paso de un hombre de trabajo, de palabra y compromiso con todos los sectores, especialmente con los menos favorecidos económicamente. Cada testimonio demuestra su potencial y vocación por ayudar a los demás, pues, como siempre dice, el alcalde es la única figura de elección popular que está más cerca de la gente, que conoce de primera mano las necesidades de sus vecinos.
Por ello mi llamado es al voto, a la participación; nuestra mejor arma es el sufragio. Es hora de aprender que la abstención solo beneficia a lo que tanto queremos vencer. Mi invitación es a no repetir el mismo error de abstenernos y dejar que los “rojos” –que ya destruyeron el municipio– regresen con más caos y anarquía. Una buena noticia es que la gente podrá votar en sus centros de votaciones habituales, gracias a las gestiones que Enrique Mendoza comenzó hacer para exigir que ese derecho ciudadano sea respetado. También recordado como el hombre que “lo dice y lo hace”, se le puede adjudicar este logro, como el primero de su próxima gestión pensando en la gente.
Los venezolanos necesitamos –en medio de esta crisis– gestiones realmente comprometidas con las comunidades y sus necesidades. No tengo la menor duda de que vendrán tiempos mejores, y con un hombre de “trabajo, trabajo y más trabajo”, con la sensibilidad social, con el conocimiento total del municipio, esa experiencia, reconocimiento y liderazgo es fundamental en el rescate que debemos construir de abajo hacia arriba para poder lograr el tan anhelado cambio.